O2, la filial de Telefónica en el Reino Unido, y Virgin Media (VM) negocian una fusión al 50%, tal y como avanzó la semana pasada Bloomberg. El operador que preside José María Álvarez-Pallete reconoció ayer las negociaciones en un comunicado publicado por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). La fusión podría suponer el recorte de 4.500 millones euros de la deuda de Telefónica, según un informe de banco Santander. Los compromisos del operador alcanzan en la actualidad los 37.000 millones de euros, mientras las cuentas de O2 en el Reino Unido se encuentran saneadas. Por su parte, Virgin Media tiene unos compromisos financieros de 13.590 millones que pueden ser la clave para la reducción del endeudamiento de Telefónica,
Los analistas de Santander aseguran que hay dos formas de alcanzar la equidad del 50% en la fusión. "Entendemos que hay dos maneras de llegar al acuerdo; o bien Liberty Global compra acciones de O2 o Telefónica inyecta parte de su deuda en O2". Una cantidad de hasta 4.500 millones en el mejor de los escenarios, que sería el de la derivación de la deuda, según el banco.
Se trata de una operación que permitiría a ambas compañías ofrecer tarifas convergentes (móvil, fibra y televisión) en Reino Unido. O2 da servicio como Operador Móvil Virtual -contrata red a otras compañías- en UK, donde solo ofrece telefonía móvil, mientras Virgin Media centra su negocio en la fibra y los contenidos televisivos
La fusión daría como resultado una compañía con unos ingresos totales de casi 16.000 millones de euros, cerca del 40% de las líneas móviles del país y una cuarta parte del negocio de la fibra
Es una interesante oportunidad de negocio para ambas corporaciones. Reino Unido es una de las regiones en la que el mercado de los paquetes convergentes está menos desarrollado si lo comparamos con otros grandes países de la Unión Europea (UE), como Italia, Francia o España.
La fusión daría como resultado un nuevo gigante de las telecomunicaciones. Virgin Media es la segunda empresa de fibra en Reino Unido (20% del mercado en UK e Irlanda), y también ofrece contenidos televisivos. Tiene una red de cable que cubre 14,9 millones de hogares, el 54% total de la cobertura en la región, además de 5,6 millones de clientes de fibra (20% del mercado), 4 millones de abonados de televisión (25% del mercado) y 3,3 de móvil (5% del mercado). Este último servicio lo ofrece mediante el alquiler de la red a otros operadores. La facturación de Virgin Media en 2019 fue de 7.503 millones de euros.
Por su parte O2 es líder en el segmento móvil en UK, con 35 millones de suscriptores, un 35% de la cuota de mercado. Reportó una facturación de 8.413 millones de euros el año pasado. Con estos datos y los de VM, la fusión daría como resultado una compañía con unos ingresos totales de casi 16.000 millones de euros, cerca del 40% de las líneas móviles del país y una cuarta parte del negocio de la fibra.
Sacarse la espina
De producirse la fusión, Telefónica se sacaría una espina que tiene clavada desde hace más de un lustro. En 2006 el operador se hizo con el control de O2, poniendo un pie en Reino Unido. Casi 10 años después comenzó a negociar su venta. Hutchison y Three llegaron a un acuerdo con César Alierta, entonces máximo ejecutivo del operador, para la venta de la filial por 13.000 millones de euros.
Planes que quedarían frustrados por Europa. En diciembre de 2015, entonces con Reino Unido dentro de la Unión Europea, Bruselas decidió impedir la fusión en aras de una justa competencia. Las instancias europeas consideraron que una fusión de este tipo iría en detrimento de las ofertas disponibles para los usuarios de telecomunicaciones en Reino Unido.
La fusión de O2 con Virgin Media sería un soplo de aire fresco para Telefónica, con la acción en uno de los peores valores de su historia. Una operación que responde al plan aprobado a finales del año pasado por Álvarez-Pallete, en virtud del cual la compañía española pasaría a centrarse más en sus mercados más rentables (España, Reino Unido, Alemania y Brasil), y en menor medida en el resto de Latinoamérica, donde valora incluso la venta de filiales.