Gerard Piqué (35) ha vuelto a demostrar con su repentina retirada que, además de futbolista, es un empresario. Por eso, toma decisiones tan inesperadas como cargadas de potencial a largo plazo sobre el corto, capaces de convertir el fracaso en una nueva oportunidad hacia el éxito.
Su clamoroso fallo ante el Inter de Milan costó al club media Champions League y a él, la poca continuidad que le daba el entrenador Xavi Hernández. En lo deportivo, poco o nada tenía ya por hacer para limpiar una imagen desgastada tanto por su rendimiento en el campo como fuera de él.
Los mensajes de la Junta Directiva de Joan Laporta, poniéndolo en la diana de la abultada masa salarial del club, volvieron la situación insostenible para un hombre de negocios que odia la envidia...y los obstáculos que le podría plantear la proyectada Ley del Deporte. A falta de voto en el Senado, la nueva regulación impediría a Piqué tener una relación comercial extradeportiva con los organizadores de competiciones de las que pueda participar como futbolista....Como la que tiene desde 2020 con la Federación Española de Fútbol a través de su empresa Kosmos por el traslado de la Supercopa española a Arabia Saudí, potencialmente hasta 2029 (a cambio de cuatro millones de euros en comisiones por edición).
La renuncia a los 15 millones de salario que le quedaban por cobrar hasta 2024 prácticamente compensan el roto deportivo ya seguro para el Barça por la eliminación de la Champions -de unos 20 millones-
El volantazo del defensor a falta de la convocatoria de España para el Mundial -estaba en la prelista- puede conmover en lo deportivo. Pero también tiene su aquel en lo económico: la renuncia a los 15 millones de salario que le quedaban por cobrar hasta 2024 prácticamente compensan el roto financiero ya seguro para el Barça por la eliminación de la Champions en Grupos, unos 20 millones.
La deuda del Barça y el perfil presidencial de Piqué
La pérdida de ingresos para el club podría acabar rondando los 70-100 millones dependiendo de cómo acabe la actual Europa League y la Liga, pero eso será ya otra historia... Una a la que le queda también el capítulo de los alrededor de 50 millones de salario diferido al propio Piqué durante la pandemia que la entidad le seguiría debiendo.
Una deuda que, según allegados al jugador, estaría dispuesto a condonar pese a que desde otros entornos más próximos a la actual cúpula directiva se incide en su "mezquindad". De hecho, una de las cuestiones que han trascendido apunta a que la continuidad del futbolista por una temporada más -hasta el cierre de la campaña 2023/2024-, estaba supeditada a unos niveles de participación -en minutos sobre el campo- que Xavi no le garantizaría.
Su doble perfil de exjugador surgido de la Masía y 'expertise' con inversores asiáticos y americanos de billions vía Kosmos parecen difíciles de superar de cara a unas elecciones en el club
"Volveré", dijo Piqué en su mensaje de despedida mirando al palco del Camp Nou, el primer paso hacia la presidencia del Fútbol Club Barcelona. Su doble faceta de exjugador surgido de la Masía que ha ganado todos los títulos posibles con el primer equipo y de empresario con expertise, por ejemplo, en levantar un proyecto de 2.700 millones para la Copa Davis con inversores como el americano Larry Ellison (Oracle) o el japonés Hiroshi Mikitani (Rakuten, Cabify, Golden State Warriors, etc.) parecen difíciles de superar.
Más aun, para quien ose a dirigir un club como el Barcelona, entregado a la esperanza futura de sus divisiones inferiores con una deuda de más de 1.000 millones con bonistas de entidades de la talla del banco americano Goldman Sachs o el fondo Sixth Street. Aunque para cuando caduque el actual mandato de Laporta en 2026, Superliga o conversión del Barça en Sociedad Anónima Deportiva mediante, todo habrá podido cambiar...o no.