El Gobierno no ha incluido en su Plan Presupuestario, remitido este martes a Bruselas, su promesa repetida de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta 1.000 euros en 2020, una intención que había expresado en muchas ocasiones y que respetaba el último acuerdo firmado por sindicatos y patronal, pero que ahora ha sido sustituida por la meta de llevarlo hasta 1.200 euros a lo largo de los cuatro años de legislatura.
Fuentes del Ministerio de Economía cercanas a la elaboración del documento aseguran a Vozpópuli que el SMI no se va subir para el año 2020, mientras que desde Hacienda insisten en que "el presidente del Gobierno ya ha repetido en reiteradas ocasiones que el compromiso es elevar el SMI hasta alcanzar el 60% del salario medio en la próxima legislatura", es decir, hasta 1.200 euros, pero de aquí a 2024.
El Gobierno ha cambiado de planes, ya que hasta hace unos días la cúpula del Ministerio de Trabajo comentaba que aún hay tiempo hasta que se celebre el último Consejo de Ministros del año, en el que el Ejecutivo -aún estando en funciones- podía aprobar una subida del salario mínimo para 2020 vía real decreto, ya que no hace falta un real decreto-ley, como publicó este medio.
Lo mismo se hizo en 2018, cuando en el último Consejo de Ministros celebrado en Barcelona días antes de Navidad, el Ejecutivo aprobó la subida hasta 900 euros que entraría en vigor el día 1 de enero de 2019.
Este cambio de planes, sin embargo, no ha sido anunciado públicamente, sino que el Ejecutivo ha intentado diluirlo con un ligera modificación de su discurso.
Del compromiso para 2020 a un plan a 4 años
"¿Se compromete a que en el 2020 el salario mínimo sea de 1.000 euros como le pidió a Mariano Rajoy cuando era presidente? No solamente me comprometo, sino que además los propios sindicatos y empresarios han firmado este acuerdo que nosotros respaldamos. España crece, pero no redistribuye ese crecimiento", contestaba tajante Pedro Sánchez en una entrevista publicada en eldiario.es hace un año.
Ahora, en plena campaña electoral, Sánchez sigue afirmando que subirá el SMI pero no aclara que la subida no se producirá ahora.
"Les anuncio que desde este mismo mes de diciembre, actualizaremos las pensiones de 2020 en torno al IPC real (...) En segundo lugar, vamos a incrementar el Salario Mínimo Interprofesional y lo queremos hacer de la mano de los agentes sociales. Nuestro gran objetivo sería y es que al final de esta legislatura alcancemos el 60% del salario medio que es lo que marca la Carta Social Europea", prometía la semana pasada en la presentación de su programa electoral.
El presidente no advirtió, curiosamente, de que mientras que la subida de las pensiones con el IPC se llevaría a cabo a partir del próximo 1 de enero y se incluiría en el Plan enviado a Bruselas, el plan de subir el SMI contaría con más margen, concretamente de cuatro años.
En contra del Acuerdo de sindicatos y patronal
Si el presidente se demorara en esa promesa más allá del año próximo contravendría el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva que los agentes sociales firmaron en julio de 2018 y en el que se comprometían a que el Salario Mínimo Interprofesional llegara a los 14.000 euros al año (1.000 euros al mes) en el año 2020.
Los líderes de CCOO y UGT han reivindicado en muchas ocasiones que el SMI se subiera a 1.000 euros en 2020 y contaban con que el PSOE aprobaría ese cambio antes de que acabara el año, ya que esa reivindicación la compartía Sánchez hasta hace poco.
Ese compromiso, no obstante, parece haber cambiado de forma paralela a la publicación de indicadores económicos que confirman la desaceleración.
El impacto del frenazo económico
Ante la oleada de recortes de previsiones por parte de distintas instituciones (Banco de España, analistas de Funcas, BBVA Research, etc.), el Gobierno se ha visto obligado a rebajar sus propias estimaciones, aunque sólo lo ha hecho en una décima, hasta el 2,1% para este año, y lo ha justificado con la revisión que ha hecho el Instituto Nacional de Estadística de la serie histórica de crecimiento del PIB.
A los temores a un frenazo económico más fuerte del esperado (también por los riesgos exteriores que acechan a nuestra economía como el Brexit o la guerra comercial), se unen las advertencias de expertos sobre los efectos perniciosos que pueden tener subidas bruscas del Salario Mínimo en el empleo, ya que puede llevar a las empresas a despedir a trabajadores para poder asumir el incremento de costes.
El equipo de economistas de BBVA Research reconocía este mismo lunes que ha detectado una evolución "ligeramente peor" en la afiliación a la Seguridad Social de los colectivos más expuestos al SMI, como los jóvenes, los residentes en algunas comunidades autónomas -como Canarias o Andalucía- y los trabajadores de ciertos sectores peor remunerados, como la hostelería y el comercio.
A estos avisos se suma el del propio Banco de España, que ya avisó alertó cuando se aprobó la medida de que se podría producir una destrucción de hasta 125.000 empleos.