El Gobierno se abre ahora a deflactar la tarifa del IRPF a rentas bajas tras el giro impositivo anunciado este martes por el presidente valenciano, Ximo Puig, y es una de las rebajas selectivas de impuestos que puede presentar Hacienda en el paquete fiscal que prevé anunciar este jueves. Así lo ha sugerido la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, también ha seguido la misma línea.
Eso sí, ni Rodríguez ni López han valorado la deflactación del IRPF que el socialista Puig ha notificado en las Cortes regionales. Pero ambos han insistido en que el paquete que prepara el Gobierno, además de subidas de impuestos, incluye medidas de alivio fiscal para rentas bajas. La sensación que transmite Moncloa, inmersa en una batalla ideológica con el PP por los impuestos, es que está perdiendo el marco con los populares tras varias semanas haciendo pedagogía sobre lo necesarios que son para mantener el estado del bienestar y la justicia social.
Quizá por ello sorprende que la ministra portavoz no haya negado que el Gobierno tenga intención de deflactar la tarifa del IRPF. Y ha dejado meridianamente claro que el Ejecutivo prepara medidas para ayudar a los que menos tienen y para "reducir los efectos de la inflación en las familias".
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya avanzó este lunes que se preparaban más subidas de impuestos aparte de los nuevos gravámenes a banca, energéticas y grandes fortunas, entre los que se preparan alzas del IRPF para rentas altas, rentas del capital e Impuesto sobre Sociedades. Desde Hacienda se apuntó a un acto de presentación del paquete fiscal y no se descartó que hubiera rebajas selectivas, en alusión a la reducción del IVA de los productos de higiene femenina que prometió a su socio en el Gobierno, Unidas Podemos, en julio. No obstante ese punto es un compromiso del Ejecutivo que figura en el acuerdo de coalición entre socialistas y morados.
El anuncio de Puig, la avanzadilla
El anuncio de Puig de este martes parece servir de ariete o avanzadilla de un nuevo giro del Gobierno que contempla ahora, después de cargar contra la deflactación de la tarifa del IRPF que pide el PP y que recomiendan los expertos, entre ellos, algunos del PSOE, y que incluso va a poner en marcha el Gobierno socialdemócrata de Alemania, presidido por Olaf Scholz. Precisamente, el presidente del Gobierno tendrá una cita bilateral con el canciller germano el próximo miércoles para presionar a Francia por el gaseoducto Midcat que Francia rechaza. Una deflactación que ha aprobado el País Vasco con el aval del PSOE.
Esta batalla fiscal se produce cuando la recaudación crece por encima del 18% hasta julio y se han ingresado 22.283 millones más que hace un año, de los que 10.259 millones más los aporta el IRPF. "Éste es un debate importante para el Gobierno. Para hacer pedagogía de qué modelo de sociedad y país queremos. La nuestra es una apuesta por la justicia social, por un país donde se pueda avanzar. El Gobierno ha hecho apuesta clara ante una situación sobrevenida. En esta crisis tenemos claro que no la pagan los de siempre. Esos son los fundamentos", ha remachado Rodríguez, quien no ha aclarado si el giro de Puig estaba acordado con Moncloa: "Este Gobierno respeta a las comunidades autónomas, pero todos tenemos que hacer un discurso responsable", ha zanjado.
Mientras, Hacienda pisa en el acelerador en la negociación de los Presupuestos, que llevaba semanas paralizada, con vistas a que los apruebe el Consejo de Ministros el próximo 4 de octubre. No se prevé de momento que se active el viernes 30 un Consejo de Ministros extraordinario. De momento, el ala socialista del Gobierno sólo ha ofrecido a sus socios de manera clara los impuestos a banca y energéticas y, desde este miércoles, el impuesto a grandes fortunas. Todos ellos son propuestas de los morados que fueron cuestionadas y rechazadas en el pasado y que Pedro Sánchez ahora se ha apropiado.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se mostró favorable a deflactar el IRPF para rentas bajas en marzo en reuniones con los grupos parlamentarios, pero esta propuesta se convirtió en un tabú para el Gobierno cuando el PP se la apropió.
Didac Fontdelgat
Grande Ayuso.
Fran2
Volantazos. Estamos en un barco a la deriva, en medio de una tempestad, con un grumete sin rumbo, a las órdenes de un capitán grillado.
chamberi
Yo también pienso que si Vox condiciona la acción del PP en gobiernos de coalición es mejor, el problema es que la estrategia seguida para que eso se cumpla ha sido equivocada por parte de vox, pero sus defensores, como este artículo insisten en ella. Y desde luego que el PSOE no está muerto y menos el nacionalismo, pero si eres honesto no puedes decir que es lo mismo que gane el BNG que el PP y que no hay nada de lo que alegrarse. Es una reacción tan infantil como cuando el PP intenta atribuirse la propiedad de los votantes de Vox. La gente inteligente prefiere llegar a sus conclusiones por si misma, y el comportamiento del votante de derechas a lo largo del tiempo lo demuestra. A mí también me gustaría que menos gente votara al BNG, que Galicia fuera una región pujante económica y demográficamente... Pero ni puedes culpar de eso únicamente al PP ni negar que su situación ha mejorado comparativamente con otras regiones.