El Gobierno ha omitido el impacto que la crisis en Ucrania podría tener en la economía española en el último informe presentado a los inversores internacionales. El documento, publicado en los prolegómenos de la guerra, no sólo no hace mención al riesgo que supondría un conflicto entre Rusia y Ucrania para la recuperación de España, sino que mejora la perspectiva económica para este año.
El documento publicado en la página web del Tesoro Público refleja que se presentó el pasado 10 de febrero, aunque las propiedades del mismo informan de que, en realidad, fue modificado el 18 de febrero, en plena escalada bélica. Con esta presentación, el Ministerio de Asuntos Económicos busca convencer a los inversores para que adquieran deuda española.
Lejos de mencionar su impacto, el Tesoro asegura que "la mejora de las perspectivas económicas es visible en una amplia gama de indicadores", entre otros el "sólido" desempeño del mercado laboral en la crisis provocada por la pandemia, que "reduce el riesgo de histéresis". Sobre el curso de la recuperación, asegura que "la respuesta política a la pandemia ha permitido un fuerte repunte y el Plan de Recuperación impulsará el crecimiento potencial".
Sube el crecimiento del PIB en 2022
Tras la invasión de Rusia, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha reconocido que el impacto económico en el escenario macroeconómico será inevitable, pero se resiste a modificarlo, pues en él se sustentan sus Presupuestos. Se espera que lo haga ya en el Programa de Estabilidad que enviará actualizado a la Comisión Europea el próximo mes de abril.
No obstante, en el informe del Tesoro Público de febrero el Gobierno rebaja ya el crecimiento de 2021 a cerca de un 5%, frente al 6,5% defendido en anteriores presentaciones pese a las advertencias de los distintos expertos y analistas, que ya apuntaban un rebote mucho más moderado a la vista de los datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, mantiene intacto el Producto Interior Bruto (PIB) esperado para 2022. Esto, unido a un menor crecimiento en 2021, hace que el crecimiento este año sea, necesariamente, cerca de un punto porcentual superior al 7% que había calculado. Es decir, que según las últimas previsiones publicadas por el Tesoro, la economía crecerá en 2022 incluso más de lo esperado por el Gobierno hasta ahora, una proyección que ya se consideraba optimista.
Antes incluso de que la guerra estallara en Ucrania, el pronóstico del Gobierno de que la economía repuntará un 7% tampoco parecía acertado. El pasado 10 de febrero, la propia Comisión Europea (CE) calculaba que la economía española crecería un 5,6% este año, 1,4 puntos menos de lo que contempla el Gobierno en su cuadro macro.
Otros organismos económicos internacionales como el Fondo Monetario Internacional o la OCDE también han ido rebajando sus expectativas acerca de la economía española. El primero sitúa el crecimiento en el 5,8%, no recuperando los niveles previos a la pandemia hasta finales de este año. La OCDE es aún más pesimista, rebajándolo al 5,5%.
Unas previsiones obsoletas
El panel de economistas que elabora la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que agrupa las estimaciones de una veintena de organismos económicos nacionales, también revisó sus previsiones en enero y aseguró entonces que la economía crecería un 5,6% este año, medio punto menos de lo previsto en septiembre y una décima menos del dato revisado en noviembre.
Ahora los distintos servicios de estudios analizan el impacto que la invasión de Rusia tendrá para la economía española, que dependerá de cómo de intensa sea la guerra y cuánto se alargue. En cualquier caso, todos coinciden en que incrementará aún más los precios energéticos, hará más persistente la inflación, seguirá moderando el consumo y retrasará aún más la recuperación.
Funcas ya ha alertado de que la guerra en Ucrania puede elevar hasta dos puntos la inflación media en España este año, pasando del 4,6% estimado hasta ahora a entre el 5,6% y el 6,5%, por el efecto del incremento de los precios energéticos. «Una inflación más elevada erosionaría la capacidad de compra de los hogares y por tanto restaría fuelle a la recuperación del consumo privado, con una incidencia muy importante en el crecimiento», advierten.
Sólo el petróleo está cerca de duplicar el precio previsto por el Gobierno en los PGE. Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y presidente del INE entre 2011 y 2018, calcula un impacto de dos décimas por cada 10% de aumento en el precio del petróleo. De esta forma, si se mantienen los niveles actuales todo el año, la economía española podría perder cerca de un punto de PIB este año respecto al escenario alternativo de crecimiento.
De momento, el Consejo General de Economistas (CGE) ya ha rebajado su previsión de crecimiento para 2022 en cuatro décimas por el conflicto Rusia-Ucrania. Hasta ahora estimaba un repunte en el PIB para este año de entre el 5,6% y el 5,8%, pero «dado el alto nivel de incertidumbre existente», ahora calcula que se podría situar en torno al 5,2-5,4%. "Estamos en un momento muy complejo", lamentan los economistas.