El Gobierno ha cambiado de planes una vez más, igual que con la prometida subida del Salario Mínimo Interprofesional, y ha decido que no subirá el IRPF a las rentas más altas como había prometido en la campaña del 28-A y había incluido en su proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019, lo que supone que ingresará 328 millones menos de lo previsto que no dice cómo compensará.
Aunque ha repetido una y otra vez que sus cuentas de 2019 servirían de base para elaborar las de 2020 y diseñar los compromisos con Bruselas, finalmente no seguirá adelante con la subida de dos puntos en el IRPF para las rentas de más de 130.000 euros (hasta el 47%) y de cuatro puntos para los contribuyentes que ingresan más de 300.000 euros (hasta un tipo del 49%).
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, no ha comunicado oficialmente este cambio de planes, pero no incluyó la subida en el Plan Presupuestario 2020 enviado a la Comisión Europea. Días después, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, confirmó en la SER que no seguirían adelante con la medida porque se había incluido a petición de Podemos para poder sacar adelante los prespuestos.
Sin embargo, la medida ya era contemplada por Sánchez en el año 2018, cuando presentó un programa alternativo al del PP al planear la moción de censura que proponía subir el IRPF hasta el 52% para las rentas por encima de 150.000 euros.
Gestha cifra el agujero en 860 millones
En su Programa de Estabilidad 2019-2022, el presidente recogía que la subida del IRPF proporcionaría ingresos extra al Estado de 328 millones de euros, mientras que el sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) se había mostrado aún más optimista y contemplaba que el Gobierno recaudaría 860 millones de euros más cada año.
Según Gestha, España cuenta con un total de 121.550 personas con nóminas por encima de los 130.000 euros y, de ellas, 8.400 tendrían que pagar 28.000 euros más al año si se produce la subida. Todas ellas ahora pueden respirar tranquilas porque no subirá su pago de impuestos.
Para contrarrestar esa menor recaudación de la prevista, fuentes de Hacienda señalan a Vozpópuli que aún no han previsto qué medidas adicionales aprobarán, ya que eso le corresponde "al próximo Gobierno".
"La subida del IRPF era una medida de Podemos que se incluyó en el marco de la negociación presupuestaria. Pero no es una medida del PSOE (..) Cuando se actualice el plan presupuestario de manera que no exista un escenario inercial (como el que se ha mandado actualmente) se incluirán las medidas de ingresos adicionales", necesarias para compensar esa menor cantidad de ingresos. Avisan, no obstante, de que "eso es algo que le tocará hacer al Gobierno que salga de las próximas elecciones. Ahora todavía no estamos en ese escenario".
Contra la progresividad fiscal
Según Carlos Cruzado, presidente de Gestha, la medida del PSOE era positiva para mejorar la progresividad del IRPF, una reivindicación que comparten con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que por primera vez en el año 2017 pidió que se subieran los tipos impositivos de los tramos más altos de renta, "siempre que hubiera margen".
"La subida del IRPF a las rentas más altas, que el PSOE planteó en su momento y que llegó a pactar con Podemos, al acordar el paquete de medidas presupuestarias para 2019, suponía un incremento de la progresividad del impuesto".
Cruzado recuerda que España sí tiene margen para subir el IRPF de las rentas altas, ya que ocupa el puesto 15 de los 28 países de la Unión Europea "en cuanto a tipos marginales máximos, por detrás de la práctica totalidad de los países más desarrollados".
El FMI dijo por primera vez en 2017 que la progresividad fiscal no es mala ni daña el crecimiento económico"
"En 2017, por primera vez, el FMI dijo que la progresividad no es mala ni daña el crecimiento económico y habló también de la desigualdad no sólo como un problema político y social, sino también económico. Recomendó a los países que tienen margen que aumenten los tipos para los tramos más altos de renta. España está en la media de la UE para los tramos más altos, pero por detrás de los países más desarrollados".
El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) también advirtió en la Comisión de Presupuestos para 2019 que el sistema fiscal español estaba perdiendo progresividad.
El PP lo hizo más progresivo en 2012
En el año 2012, cuando el Gobierno del PP subió impuestos, creó tres nuevos tramos en el IRPF, con lo que lo hizo mucho más progresivo de lo que es ahora, pero ese sistema se revirtió con la reforma del tributo del año 2015.
Actualmente, todas las rentas por encima de 60.000 euros tributan al tipo máximo del 45% para el tramo estatal (el tramo autonómico depende de cada comunidad), y "da igual cobrar 70.000 euros que 700.000", apunta Cruzado, quien apuesta por "incluir algunos tramos más, como habían acordado PSOE y Podemos, o como hizo el PP en 2012" para aportar más progresividad.