La falta de transparencia es una denuncia constante en diferentes industrias. Esta semana afecta al sector sanitario. La plataforma 'No es sano', en el que participan organizaciones como Médicos del Mundo, la Organización Médica Colegial, Sespas y la OCU, ha publicado un informe en el que condena los métodos utilizados para la fijación de los precios de los fármacos, que en el caso de los oncológicos "se ha duplicado en los últimos 10 años". Para retos como este, los expertos en tecnología sugieren el blockchain como aliado y las startups ya presentan sus propuestas.
Desde 2009, cuando nació el bitcóin, los gurús del mundo tech se deshacen en elogios al hablar de esta tecnología. El año pasado, el Foro Económico Mundial avisaba de los posibles impactos del blockchain: desde la llegada de mayor transparencia a los diferentes ecosistemas a nivel mundial, como la desintermediación de las instituciones financieras y la suma de garantías a los procesos.
En el ámbito sanitario, la plataforma europea de inversión de crowdfunding Capital Cell apunta tres tipos de iniciativas: las que ofrecen la introducción de datos médicos personalizados en blockchain, las que permiten la trazabilidad en la producción y el consumo de fármacos y las que dejan compartir información científica en el campo de la investigación. De hecho, siete de cada diez empresas de salud esperan que la tecnología blockchain beneficie los registros de los ensayos clínicos, según en un estudio de IBM (Healthcare rallies for blockchains).
Descentralización
"Las propuestas de blockchain en el mundo de la salud apenas están empezando. Es una tecnología que permite tener datos distribuidos entre mucha gente, lo que rompe con la centralización. Esto, sin embargo, no significa que todo el mundo pueda ver la información”, señala el consejero delegado de Capital Cell, Daniel Oliver.
La plataforma 'No es sano' subraya en su informe que el alza en los precios se debe a un sistema de propiedad intelectual "que deja en manos de las compañías farmacéuticas la fijación de los precios de los fármacos" y a un marco regulatorio "poco transparente".
Es aquí donde entra el blockchain, una tecnología que controla transacciones a través de una cadena de bloques ordenados e inmodificables (encriptados) en una red compartida por distintos usuarios. Un registro que sólo permite la escritura de datos (no hay posibilidad de borrar o modificar) y que fecha todas las entradas. Son estas cualidades las que llevan a los expertos a destacar la transparencia como una de sus principales bondades. Y aunque suele asociarse a criptomonedas y al sector financiero, aplica para cualquier tipo de transacciones.
Hasta ahora, la promesa más popular de esta tecnología en el sector sanitario apunta a una base de datos común de información médica que permita acceder a información de pacientes.
Trazabilidad
En el caso español, subraya Oliver, hay "un montón de proyectos dedicados a la trazabilidad de medicamentos". Uno de sus objetivos es evitar el tráfico de fármacos falsos. El blockchain permite seguir la fabricación y distribución de medicamentos en toda la cadena de suministro, asegurando que los medicamentos son adecuadamente almacenados y manipulados. Es decir, "con la tecnología blockchain se podría comprobar la autenticidad de las medicinas: dónde se hizo y cómo llegó a esa farmacia", apunta.
Pero las pastillas no son lo único a lo que se le puede hacer seguimiento. Actualmente, hay startups desarrollando aplicaciones para trazar “estilos de vida”, aseguran desde la plataforma de financiación participativa especializada en salud y biotech. Desde aplicaciones que registran el nivel de actividad física de una persona o su patrón alimenticio hasta el consumo de algún medicamento. En un futuro no muy lejano se espera que la información recogida pueda ser compartida con sistemas sanitarios, aseguradoras médicas, laboratorios o centros de investigación.
En la actualidad existen propuestas como Clinicoin, una plataforma estadounidense de salud, potenciada por blockchain, que cuenta con sistema de recompensas por participar en actividades de bienestar e investigación. En España, El Corte Inglés Seguros acaba de lanzar vidaMovida, un seguro que a través de una aplicación móvil registra los pasos del usuario y llega a “pagar por andar”. Sanitas, por su parte, ha presentado un programa de aceleración en el que participan seis startups en distintas categorías, una de ellas dedicada exclusivamente al blockchain.
En el caso de la empresa privada, la tecnología blockchain promete simplificar los procesos internos e incluso "hacer más infalsificables los ensayos clínicos", señala Oliver. ¿Se sumarán todas las compañías? El estudio de IBM asegura que el 56% de las empresas de salud encuestadas en 16 países tiene planes sólidos para implementar una solución de blockchain comercial para 2020.