La inflación seguirá elevada al menos un año más. Tras un 2022 con una inflación media del 8,4%, el Banco de España calcula que se mantendrá en el 3,6% este año y en el 4,3% en 2024, pasa descender al 1,8% ya en 2025. En la misma línea, Funcas proyecta aún una inflación media del 3,9% en 2023 y del 3,5% en 2024, por encima del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE).
En definitiva, se espera que la inflación acumulada en el periodo 2022-2024 sea del 17%. Mientras tanto, el Gobierno cubrirá las pensiones y los salarios públicos con revalorizaciones anuales. Las subidas realizadas y previstas en todas las nóminas durante los tres años de crisis inflacionista elevarán el gasto total en cerca de 40.000 millones de euros.
Por ley, tras la última reforma del Ejecutivo de Pedro Sánchez, las pensiones se revalorizan cada mes de enero con la inflación del año anterior. Este enero las pensiones subieron un 8,5% por la inflación acumulada entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022. Previsiblemente, el próximo enero subirán cerca de un 4%, lo que habrán subido los precios este año. Finalmente, la inflación sufrida en 2024 se compensará ya en enero de 2025, cuando se espera que se haya cerrado ya la crisis inflacionista.
En el caso de los salarios públicos, subieron un 3,5% en 2022 y este año se habrán elevado otro 3% una vez se aplique la última subida del 0,5% prevista para octubre por la inflación elevada. Además, los sindicatos pactaron con el Gobierno otra subida del 2% en enero de 2024, que podría ser superior si la inflación resulta ser más elevada de lo que se esperaba.
340.000 millones, un 25% del PIB
Con todo, el gasto público en remuneraciones de asalariados pasará de los 147.500 millones en 2021 a los 158.800 en 2024, unos 11.000 millones más. En el caso de las pensiones, se pasará de los 151.800 millones en 2022 al entorno de los 182.000 millones en 2025 sólo por la inflación, unos 30.000 millones más. Es decir, como consecuencia de las revalorizaciones con el IPC el gasto total en ambas partidas pasará de los 300.000 millones a los 340.000 millones, aproximadamente.
Para poner en perspectiva este dato, esto supone alrededor de un 25% de todo el Producto Interior Bruto del país. De hecho, la inflación prevista en 2024 provocará que la nómina mensual de las pensiones, que acaba de superar los 12.000 millones, sobrepase los 13.000 millones a principios de 2025, cuando se revaloricen con la subida de precios sufrida en el año anterior.
A la inflación como factor que eleva el gasto se suman otros que también incrementan la factura, como el aumento constante en el número de funcionarios y pensionistas, o el efecto sustitución en la segunda partida (los que entran al sistema tienen derecho a pensiones más elevadas que los que salen). Esto podría elevar aún más el gasto total, por encima de esos 340.000 millones estimados para 2024-2025.
Por ejemplo, en 2022 el gasto anual en sueldos públicos creció un 4,3% respecto al año anterior, ocho décimas más de la revalorización salarial (3,5%). En cuanto a las pensiones, se revalorizaron un 8,5% en enero de este año, pero en realidad la factura mensual subió un 10,8% en términos anuales, 2,3 puntos más.
Ibero
El que venga de atrás que arree...¡ande yo caliente, ríase la gente!...qué tropa de filibusteros...¡cómo el dinero público NO es de nadie!...a despilfarrar.