La economía crecerá al 2% hasta 2027. Es la apuesta del Gobierno, en la que sustenta los Presupuestos de 2025 y con la que pretende garantizar toda la legislatura. Unos números que debían dar su primer paso en el Congreso esta semana, con la aprobación del techo de gasto y los objetivos de estabilidad, pero que Junts ha frenado.
Más allá de lo político, son varios los organismos que restan credibilidad a la senda de crecimiento dibujada por el Ejecutivo. La primera fue la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), quien avaló la proyección de déficit del Gobierno pero tachó de "optimistas" las previsiones de PIB que sirven de base a los Presupuestos.
El cuadro macroeconómico que el Gobierno extendió hasta 2027 también pretende servir de base para la elaboración del plan fiscal estructural que debe presentar a Bruselas el próximo mes de septiembre, en el que se deberán argumentar los ajustes para controlar el aumento del gasto primario neto y mantener la deuda en una senda descendente a largo plazo.
Desaceleración del PIB
En opinión de AIReF, hay dos factores que harán que la economía crezca menos del 2% en la segunda parte de la legislatura de Sánchez: la productividad y la inversión. La primera lleva estancada una década y la segunda aún no ha logrado recuperar los niveles previos a la pandemia, pese al impulso que deberían haber supuesto los fondos europeos.
Por eso, según AIReF, tras crecer un 2,4% este año, como dice el Gobierno, la economía empezará a desacelerarse hasta avanzar a ritmos del 1,6%-1,7% en los últimos años de legislatura. Un pronóstico alineado con el del Banco de España y el de Bruselas. "Un buen momento cíclico no se debe confundir con crecimiento estructural, hay retos en inversión, productividad y demografía", explicó.
Además, para la AIReF, la tesis del Gobierno de que se producirá un crecimiento económico más elevado, del 2,2% en 2025 y del 2% tanto en 2026 como en 2027, choca con el ajuste fiscal de seis décimas en 2025 y de cinco décimas tanto en 2026 como en 2027 que se contempla, lo que ya de por sí detraería entre tres y cuatro décimas el crecimiento previsto.
Retroceso de la productividad
Otros dos servicios de estudios, Equipo Económico (Ee) y el Instituto de Estudios Económicos (IEE) han puesto en valor en estos días los mismos problemas estructurales a los que enfrenta la economía en el medio plazo, lo que limita el crecimiento del PIB a medio plazo y, más aún, la convergencia del PIB per cápita con la UE.
El crecimiento económico más reciente ha venido dado, entre otros factores, por el aumento de la población. Medio millón de extranjeros llegan al país cada año, elevando el dinamismo del empleo y el consumo. Sin embargo, a la hora de repartir la riqueza generada entre todos los habitantes (PIB per cápita), la evolución es más modesta que si se mira en términos agregados.
Históricamente los inmigrantes se han ocupado en sectores de menor productividad, lo que, unido a la reducción de la jornada laboral efectiva por el incremento del absentismo laboral ha hecho que la productividad por ocupado haya caído un 1,9% en el último quinquenio (frente al aumento del 1,3% en la UE), tal y como destaca el IEE.
Por otra parte, tanto desde la AIReF como desde el Banco de España han advertido de que la demografía supone también un reto para la economía a medio plazo, con la natalidad bajo mínimos y una jubilación masiva de población a la vuelta de la esquina (la generación babyboom) que podría no ser compensada totalmente por la inmigración.
Debilidad de la inversión
El otro punto débil de la economía española es la inversión empresarial, que sistemáticamente sorprende a la baja y se sitúa todavía un 2% por debajo del nivel que tenía en 2019. En un contexto de altos tipos de interés y elevada incertidumbre, las empresas han dedicado sus excedentes a reducir deuda en lugar de ampliar su capital productivo, lastrando también la productividad.
Pese a todo, el Gobierno mantiene altas sus expectativas y cree que los fondos europeos darán un vuelco a esta situación, elevando el crecimiento de la inversión en los próximos años. Sin embargo, de momento, "los fondos europeos NGEU no parecen estar aun surtiendo los efectos de la magnitud pretendida ni en la inversión pública, ni en la privada", advierte Ee.
"Si lo que se quiere es favorecer la transformación y modernización de nuestra economía, donde la inversión juega un papel transcendental porque mejora los niveles de innovación, productividad y competitividad, se debe crear un clima favorable a la actividad empresarial", opinan desde el Instituto de Estudios Económicos, think tank de CEOE.
Techlogic
Bueno, todos sabemos que desde el Ministerio de Trabajo se esfuerzan en cada etapa en que se trabaje cada vez menos. No hace falta sacar ninguna carrera para "sospechar" que todo irá de mal en peor. .