Repsol, Iberdrola y Cepsa buscan socios para sus activos renovables en España. Alguno, como es el caso de Iberdrola, ya lo ha encontrado. El objetivo de estos procesos es compartir la carga financiera con un compañero fiable. Y no hay nadie más seguro para esta causa que la mayor fortuna del país.
Amancio Ortega, con su firma de inversión Pontegadea, se ha convertido en el ‘sospechoso habitual’ de estas operaciones. “Es su momento y son verdaderas oportunidades para Pontegadea”, afirman representantes de la banca de inversión a Vozpópuli. El sector energético es del gusto de Roberto Cibeira, el CEO de Pontegadea y el hombre de confianza de Ortega. Un negocio al que mira con buenos ojos tras ‘pasarse el juego’ del ladrillo con una cartera de inmuebles que supera ya los 15.000 millones de euros.
Su salto a la energía ha sido sobre seguro. En 2020, compró un 5% de Enagás, a la que luego acompañó con otro 5% de su filial Enagás Renovable. Al año siguiente, Amancio Ortega compró un 5% de Red Eléctrica y un 12% del operador eléctrico portugués, REN. Tres inversiones en empresas controladas por el Estado y de poco riesgo.
El siguiente paso llegó de la mano de Repsol. Pontegadea invirtió 245 millones de euros para tomar una participación del 49% de Delta, el parque eólico de Repsol situado en la provincia de Zaragoza, y una participación del 49% de su complejo fotovoltaico Kappa, situado en Manzanares (Ciudad Real). Dos apretones de manos entre Josu Jon Imaz y Roberto Cibeira que el mercado espera que se repita muy pronto.
Pontegadea es el candidato que suena con más fuerza para la compra del 49% de la cartera de parques eólicos y fotovoltaicos de Repsol con una potencia total de 600 MW repartidos por Aragón, las dos Castillas y Andalucía. Una operación que adelantaba El Confidencial y que cifraba en cerca de 400 millones de euros la inversión que necesitaría Ortega para dar el paso.
Desde Pontegadea comentan a este medio que es “comprensible” que se les incluya como candidato por las operaciones previas en este sector. Los técnicos de la firma de inversión del empresario gallego reciben la invitación por parte de los asesores o equipos de operaciones en la mayoría de las grandes operaciones en España.
Unas propuestas que no se debe “necesariamente” a un interés previo por su parte, según detallan. Aunque con estos movimientos prefieren guardar prudencia. “No ofrecemos información ni opinión alguna sobre operaciones que estén en el mercado, estemos o no implicados en ellas, en el ánimo de que las informaciones no influyan en operaciones activas”, explican desde la firma de inversión de Amancio Ortega.
Ortega miró a Iberdrola
En el ‘Proyecto Romeo’ de Iberdrola también estuvo su nombre, pero la oferta del fondo soberano de Noruega era imbatible y la operación se cerró el 31 de mayo. Según comentan fuentes conocedoras del proceso, Pontegadea era uno de los interesados en el 49% en el proyecto de 1.265 MW de nueva capacidad renovable, 137 MW ya operativos, que sacó al mercado Iberdrola.
Norges Bank pagó, finalmente, 600 millones de euros por esta cartera de activos. Las mismas fuentes apuntan a que Pontegadea presentó una propuesta “considerablemente inferior” a la del fondo noruego y su sociedad con Iberdrola no pudo completarse.
Oportunidad con Cepsa
La última operación que le ha colocado el mercado a Pontegadea es la cartera renovable de Cepsa. Como adelantaba Vozpópuli, la energética tiene 800 megavatios en manos del Banco Santander con el objetivo de encontrar un comprador. El valor total de esta cartera ronda los 1.000 millones. Estas plantas renovables son, mayoritariamente, proyectos solares y están localizadas en Andalucía, donde la energética cuenta con la mayor parte de su generación 'verde'.
Una cartera que encaja con los planes de Pontegadea en el sector de las renovables, que responde a una estrategia de diversificación de inversiones ya iniciada en los últimos años. Un negocio ‘de moda’ entre los inversores y por el que Amancio Ortega seguirá engordando su ‘family office’.
