Finalizó el plazo para la presentación de los proyectos que optan a las ayudas del PERTE el pasado viernes, y a última hora llegó una nueva solicitud por parte del Grupo Sapa, que presentó un proyecto junto a más de 20 firmas con una inversión de 200 millones de euros para reducir la huella de carbono en el transporte y la creación de más de 3.000 empleos (casi mil directos y el resto indirectos) en País Vasco, Galicia, Cantabria, Aragón y Castilla-La Mancha.
Así, construcción de plantas de baterías, fabricación de nuevos modelos de coches eléctricos, cargadores o aplicaciones del hidrógeno a la movilidad figuran entre los diversos proyectos que se han presentado al PERTE del vehículo eléctrico y conectado (VEC), cuyo plazo tuvo que ampliarse en dos ocasiones ante la falta inicial de proyectos que han tardado en desarrollarse debido a la complejidad técnica.
El plazo había sido prorrogado por tercera y última vez hasta el pasado día 3 para garantizar que se presentaran los proyectos susceptibles de optar a ayudas de este PERTE dotado con casi 3.000 millones de euros para la transformación de la industria automovilística de España, el segundo fabricante de automóviles europeo, pese a no acoger a ninguno de los grandes grupos pero sí casi 20 fábricas de automóviles.
El desarrollo del PERTE prevé una inversión total sumando la parte pública y la privada de más de 24.000 millones de euros hasta 2023 y crear unos 140.000 nuevos empleos, mientras que la contribución al PIB se situaría entre el 1% y el 1,7%.
En mayo, el secretario general de Industria, Raúl Blanco, estimaba que habría entre diez y quince proyectos en la convocatoria principal del PERTE, aunque con un gran efecto arrastre por el número de empresas implicadas y por su implantación. La resolución de los PERTE debería estar lista a finales de septiembre para decidir el reparto de las ayudas entre los proyectos recibidos, y desde el Ministerio de Industria señalan que los primeros pagos de las ayudas podrían llevarse a efecto antes de fin de año.
Seat y Volkswagen, los primeros
El grupo Volkswagen y Seat, junto con 61 socios, concurre con el proyecto "Future: Fast Forward" para movilizar 10.000 millones, de los que 3.000 serán para la gigafactoría de baterías en Sagunto (Valencia) y otros 3.000 para la electrificación de fábricas del consorcio en Martorell (Barcelona) y Navarra.
Sagunto será la primera planta de ensamblaje de baterías y celdas en España, y la intención de VW es acelerar la construcción de esa fábrica a gran escala para que sea operativa en 2026. Una planta que creará unos 3.000 empleos, será gestionada por Power Co, empresa de Volkswagen, y entre un 20% y un 30% de sus necesidades de energía las recibirá de una planta solar de Iberdrola. Sería la tercera gigafactoría del consorcio alemán en Europa, tras las de Alemania y Suecia, a las que se sumarán tres más hasta 2030, y suministrará a las fábricas de Martorell y Navarra, que integrarán el "hub" de producción del grupo para coches eléctricos compactos de VW, Cupra y Skoda.
Renault España ha presentado, junto con cincuenta socios, como Gestamp, Grupo Antolín, Iberdrola Clientes o Cellnex, un proyecto de 31 iniciativas relacionadas con el hidrógeno, los combustibles neutros en carbono, las baterías, la conectividad, del que no han transcendido detalles. Los socios, de los que el 70% son pymes, están presentes en Castilla y León, País Vasco, Madrid, Andalucía, Galicia, Valencia, Castilla-La Mancha, Cataluña y Aragón.
Stellantis con sus fábricas Vigo, Madrid y Zaragoza, ha presentado dos proyectos con inversiones de 266 millones de euros. Uno, denominado TESIS, está encabezado por la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza), invertirá 223 millones, se presenta junto a 23 socios tecnológicos e industriales ubicados en seis comunidades autónomas, siendo el 88% pymes y se centra en tecnologías para fabricar nuevos modelos de vehículos con versiones eléctricas en la planta de Figueruelas a partir de 2023.
El otro, denominado ARIES, presenta 26 proyectos que deben ejecutarse antes de finales de 2025, seis de ellos liderados por el grupo automovilístico y en el que participan 25 entidades, siendo un 72% pymes. Estos proyectos impulsarán la nueva generación de vehículos eléctricos a ensamblar en Vigo y Madrid, y permitirán implantar un nuevo taller de baterías en Vigo.
También el 'hub' de electromovilidad (D-Hub) que planea reactivar parte de las plantas de Nissan en Cataluña, un consorcio de QEV Technologies y BTech al que se han incorporado compañías como Cellnex y Wallbox, ha planteado proyectos por 305 millones de euros. Entre ellos está la fabricación de cargadores ultrarrápidos de baterías o la fabricación ya en 2023 de furgonetas eléctricas para empresas para alcanzar las 100.000 unidades en tres años y crear mil empleos.
También el grupo de autobuses Irizar ha presentado un proyecto que aglutina a 21 empresas de siete comunidades autónomas, de las que el 61 % son pymes, y que tiene a Iberdrola como socio. El proyecto, que prevé 63 millones de inversión, es para crear autobuses y vehículos industriales eléctricos para aplicaciones urbanas y apuesta por el hidrógeno como solución a la movilidad.
También podría optar al PERTE la firma surcoreana Iljin Materials, que anuncia una inversión de 600 millones para construir en Mont-roig del Camp (Tarragona) una planta de láminas de cobre para baterías, y la creación de 500 empleos.
Y uno de los últimos proyectos ha sido el de Acciona Energía y el grupo chino Envision, que incluye una gigafactoría de baterías en Navalmoral de la Mata (Cáceres), que, según Maroto, será la segunda mayor del mundo. El proyecto VENERGY+ de Envision en el que participa un consorcio de 12 empresas de diez comunidades autónomas, movilizará 1.000 millones y prevé 3.000 nuevos empleos cuando sea operativo en 2025.