Quizá la mayor diferencia dimensionable entre Luis Rubiales y Javier Tebas pasa por nada menos que el futuro económico del fútbol español. El culmen de su pugna está ya en los juzgados en torno a la entrada del fondo CVC Capital Partners en el negocio de la primera y segunda división. La Ejecutiva de Rubiales ha logrado personarse en el juicio del lado de Florentino Pérez (Real Madrid), Aitor Elizegi (que tendrá sucesor en el Athletic de Bilbao) y Joan Laporta (FC Barcelona), el G-3 de díscolos que no son todavía sociedades anónimas y cuestionan la pertinencia del accionar de Tebas como presidente de La Liga.
El frente que respalda Rubiales estima que el acuerdo apadrinado por Tebas tendrá para el fútbol español un coste de oportunidad de 11.100 millones de euros en 50 años, una cantidad equivalente a la facturación de tres temporadas de la primera y segunda división. El fondo británico habrá inyectado 2.000 millones de euros en La Liga antes de 2025 a condición de llevarse cerca del 10% del negocio durante cinco décadas.
Tebas ha reivindicado el pacto con CVC como una inyección que acelerará "20 años" al fútbol español, preparando sus infraestructuras para el Mundial de 2030 que España pelea por organizar y "sin dinero público". Pero sobre todo, el presidente ha firmado el pacto como un antídoto frente a la Superliga europea que Florentino lanzó como solución al impacto de la pandemia. El modelo que Pérez presentó hace un año abocaba al resto de La Liga que no participe a un roto de hasta 10.000 millones ya en cinco años, según un informe de KPMG para la patronal.
38 clubes respaldan a Tebas
Avalado por una gestión que ha reducido las distancias en el reparto televisivo, el presidente de La Liga ha conseguido el apoyo de 38 de los 42 clubes de primera y segunda para aliarse con CVC. Y ello pese a que, según pudo saber este medio, el fondo llegó a estar involucrado en las conversaciones de los promotores de la Superliga -que pende ahora de Luxemburgo-. El hombre de CVC en España, Javier de Jaime, ha sido calificado de "traidor" por el entorno del presidente merengue.
Rubiales ha cuestionado la Superliga pero sin dejar de reclamar un cambio de modelo en la estructura de La Liga para volverla, a su juicio, más competitiva
En cualquier caso, el fondo británico es especialista en sacar partido a cualquier circunstancia, como lo prueban las cláusulas de ruptura y/o indemnización que se ha asegurado en caso de Superliga y/o anulación del acuerdo con La Liga. CVC ni siquiera forma parte del proceso judicial iniciado por Real Madrid, Barça y Athletic de Bilbao al que se ha sumado la personación de la RFEF -cuyos ingresos dependen en parte de la propia liga-, sino que la demandada es La Liga encabezada por Tebas.
La presión de Rubiales
El G-3 considera que el acuerdo firmado por Tebas adolece de presuntas ilegalidades y condiciona el negocio de la élite del balompié nacional a los intereses del fondo británico. Pero mayor recorrido podrían cobrar sus argumentos de la mano de la Real Federación Española de Fútbol. El organismo que preside Rubiales esgrime que la entrada de CVC puede perjudicar ilegalmente al fútbol no profesional que eventualmente pueda ascender a la segunda división y se encuentre supeditado a un acuerdo de cuya firma no participó. El mismo Rubiales ha cuestionado la Superliga pero sin dejar de reclamar un cambio de modelo en la estructura de La Liga para volverla, a su juicio, más atractiva.
Por lo pronto, la petición del G-3 de una suspensión cautelar del acuerdo Liga-CVC ha sido desestimada en primera instancia, pero la juez ha dejado entrever que el proceso tendrá recorrido, al menos, en el tiempo. Condicionante a corto será el devenir del Barça. La Junta de Joan Laporta tiene ya solo un mes para cuadrar sus cuentas, agobiadas por un roto de 600 millones, tras meses negociando la posibilidad de firmar un acuerdo distinto con el mismo CVC y/o alternativas de la mano de la firma Key Capital cercana a Florentino. "El Barça no quiere firmar con CVC; solo lo haría si no le queda más remedio que priorizar el corto plazo al largo y porque La Liga lo encajaría mejor en el control financiero que con otro fondo", afirman fuentes cercanas al G-3, que ve en Tebas un obstáculo a sus proyectos tanto como Rubiales.
