Entran más actores en juego en la venta de Caser Seguros, la que es probablemente una de las operaciones financieras más complicadas de este año. La sección sindical estatal de la CGT en Caser ha advertido a los nuevos compradores que desde el año 2002, existe un conflicto laboral abierto con la dirección que afecta a cerca del 80% de la plantilla.
Según han asegurado fuentes sindicales a Vozpópuli, en los últimos 17 años se han llegado a registrar cerca de 300 demandas por parte de los trabajadores, lo que ha supuesto un coste de hasta cinco millones de euros para la compañía en cantidades pagadas, consignadas o reclamadas ante los juzgados.
Afirman que desde entonces se han celebrado más de ochenta juicios, entre vistas y resoluciones, donde la empresa "no ha tenido ni una sentencia firme a su favor".
El motivo del conflicto es algo complejo. En el año 2002, Caser optó por fusionar todas las distintas compañías de seguros que conformaban en aquel momento el grupo. Se trataba de Caser, MAAF, Sud América Vida y Pensiones, Le Mans Seguros y Ecuador. La absorción se finalizó a efectos contables en enero de 2004.
Como consecuencia, cientos de trabajadores de aquellas compañías fueron absorbidos por Caser. Acto seguido, se puso en marcha un contrato de homologación de condiciones que tenía como objetivo equiparar las condiciones salariales de los nuevos trabajadores con los antiguos. Un acuerdo que muchos de los representantes sindicales de entonces se negaron a firmar al considerarlo "nefasto" para sus compañeros.
Denuncian una doble escala salarial
Desde el año 1999, el convenio sectorial de seguros establece que las compañías han de pagar a sus empleados un salario base y lo que se conoce como pagas de participación por primas. Según la empresa, se establece un número determinado. En el caso de Caser, a los trabajadores les corresponden veinte pagas y media, teniendo en cuenta su salario.
Sin embargo, a día de hoy los únicos que reciben estas veinte pagas y media son los trabajadores originales de Caser previos a la fusión. CGT denuncia que existe "una discriminatoria doble escala salarial" entre los antiguos empleados y los que se incorporaron después, que sólo contemplan 17 pagas.
“Estamos hablado de unas pagas que corresponden a 350 euros para gente que de media cobra hasta unos 900 euros mensuales”, apunta el portavoz de la sección sindical de la CGT en Caser, Franciso Gayá.
Según denuncia, más allá de la diferencia salarial, lo que más rechaza es la actitud de "desprecio" que ha mostrado la compañía. Supuestamente, la directiva de Caser rompió "abruptamente" las negociaciones hace años y nunca más ha vuelto a mostrar predisposición a negociar. Vozpópuli se ha puesto en contacto con Caser, que ha declinado hacer declaraciones sobre el asunto.
Vía Judicial
De acuerdo con Gayá, la falta de posibilidad de negociación ha forzado a los trabajadores a acudir a la vía judicial. Muchos de ellos han logrado obtener sus pagas gracias a presentar denuncias, pero quedan cientos de empleados que continúan sin ellas.
El representante sindical también alerta que algunos de sus compañeros que han optado por recurrir su situación ante los tribunales se han sentido en muchas ocasiones parte de una “lista negra”. “Digamos que no te echan sólo por haber denunciado, pero es algo bastante positivo a la hora de despedir”, afirma, añadiendo que los últimos despidos han coincidido con trabajadores que han denunciado a la aseguradora.
Sin embargo, Gayá valora positivamente que Caser vaya a reestructurar su accionariado, con la esperanza de que los futuros compradores logren que la directiva cambie de “actitud” ante este conflicto. “Yo espero que los nuevos compradores estén al tanto de que entre dinero ganado, dinero reclamado y dinero consignado en los juzgados hay unos cinco millones de euros”, apunta.
Venta de Caser
Según adelantó Vozpópuli, lo último que se sabe sobre el proceso de venta de Caser es que su director general, Ignacio Eyries, ha decidido dejar fuera de la puja por la compañía aseguradora a los dos fondos de capital riesgo que habían mostrado interés, Cinven y Anacap.
El proceso de venta se encuentra en la fase de ofertas indicativas y en las próximas semanas se abrirá el plazo de la 'due diligence'. Las compañías mejor posicionadas para llevarse Caser son las aseguradoras Helvetia, Nationale-Nederlanden y Ageas, que tendrán que competir con la reciente irrupción de Santalucía.
Otro gran jugador con el que especula el mercado es Crédit Agricole, pero fuentes conocedoras de la situación aseguran que por el momento no ha hecho ninguna oferta. Mapfre intentó entrar en la puja pero también fue vetado por Ayries.