Perder el puesto de trabajo no es una situación deseable para nadie. Los españoles, por desgracia, lidian con esa posibilidad desde hace muchos años. Desde que la tasa de paro alcanzó el 26,94% de la población activa, en el primer trimestre de 2013, con más de seis millones de desempleados (la cifra más alta registrada desde las elecciones de junio de 1977), hasta cuando, en el mejor de los escenarios económicos posible, se situó en el 7,93% (en el segundo trimestre de 2007).
Los datos de la última Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que, a finales de junio pasado, había en España 2,919 millones de desempleados, un 12,48% de la población activa. El mismo indicador para los trabajadores de 55 y más años era del 11,70% , una cifra que está a caballo entre la máxima registrada en ese segmento de población, el 19,78% en el primer trimestre de 2013, y el 5,28%, en el tercer trimestre de 2005. Este último porcentaje supondría el pleno empleo para ese colectivo, teniendo en cuenta que, estadísticamente, un 5% de la población no tiene necesidad alguna de trabajar.
Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) del mes de junio, en España había 4.250.847 demandantes de empleo, de los que 2.880.582 estaban en paro. De esa cantidad, 1.893.435 tenían más de 50 años, lo que representa el 44,54% del total. Un 66,24%, es decir, dos de cada tres demandantes de empleo con 50 años cumplidos estaban en ese momento en paro.
Los datos que mensualmente pública el Ministerio de Trabajo insisten en resaltar, acompañando la cifra general de paro registrado, la situación del mercado laboral en las mujeres y en los jóvenes, pero apenas se detienen en un sector de la población al que las nuevas tecnologías han expulsado del mercado. Basta repasar la nota de prensa correspondiente al mes de julio, publicada hace solo unos días, donde se destaca que “el desempleo de las personas menores de 25 años ha bajado en 12.604 (-6,26%) respecto a junio, lo que sitúa la cifra global (188.605) en la mejor de toda la serie histórica”.
Hay también una referencia al paro femenino, que el pasado mes “”aumentó en 4.573 personas (0,27%), hasta situarse en 1.728.388”. Hay otros apartados para conocer la evolución del mercado laboral por sectores de actividad económica y por comunidades autónomas. Nada más. Los más mayores quedan difuminados cuando se escribe únicamente que “en los mayores de 25 años, el desempleo sube en 15.834, el 0,59%”.
Expulsados del mercado de trabajo
De los 4,25 millones de demandantes de empleo, 682.743 tienen, el 16%, es decir, uno de la cada seis, tiene más de 59 años; 626.999 (14,75%), entre 55 y 59 años, y 583.693 (13,73%), entre 50 y 54 años.
El drama es aún mayor entre las mujeres que entre los hombres mayores. De todos los demandantes de empleo, el 59,83% pertenece al género femenino. De esa cifra, 1,133 millones, el 44,5%, el mismo porcentaje que en el total, tiene más de 50 años, y el 65% está en paro.
En ambos géneros, la franja de edad con más demandantes de un puesto de trabajo está entre los 55 y 59 años, que concentra el 16% de todas las peticiones. Y es que cuanto más edad se cumple se reducen las posibilidades de ser contratado.
Con los últimos datos de paro correspondientes al mes de julio se constata que hay contabilizados 961.088 desempleados de más de 45 años, lo que equivale a hablar de que uno de cada tres parados (2,88 millones) ha cumplido esa edad. Como el propio Gobierno ha reconocido, la tasa de desempleo entre los mayores duplica la del conjunto de la Unión Europea.
Un total de 81.499 parados sin empleo anterior (cerca del 34% del total de parados que nunca ha trabajado antes) ha cumplido 45 años, según el Ministerio de Trabajo. Es la franja con mayor nivel paro de las cinco en las que el departamento que dirige Yolanda Díaz subdivide la estadística. Dentro de este colectivo, las mujeres salen una vez más claramente desfavorecidas. Del total de parados que nunca ha trabajado, el 82% son mujeres.
De todos los contratos que se realizan cada mes, el menor número corresponde a los mayores de 45 años y los menores de 25 años, aunque en ambos casos absorben alrededor de la cuarta parte del total.
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En España hay casi dos millones de extranjeros trabajando, mientras hay otro millón con 50 años en paro. Con que la entrada de emigrantes ilegales se hubiera reducido a la mitad, este drama de un millón de personas y sus familias, no existiría. Hay que tener en cuenta que el podrido régimen del 78 eliminó la discriminación por edad del Código Penal, mientras que anuló de facto la sanción administrativa al regular el despido colectivo de este sector en cuestiones de seguridad social, y además la Inspección de Trabajo no sirve absolutamente para nada, excepto para que sus integrantes sobren por hacer nada. Sólo se puede malvivir con poco más de 400 euros al mes, o con 500 si se cobra el IMV, frío en invierno, calor en verano, no hacer frente a imprevistos como ropa, dentista, gafas, reparación de lavadora, etc. Y, efectivamente, en este país en descomposición, donde la oposición se ceba en si se vuela con Falcon o no, mientras se olvida a la ciudadanía totalmente discriminada, a nadie le importa nada esta situación, incluso se echa la culpa al parado. Algo pasará tarde o temprano, luego se lamentarán periodistas y políticos, integrantes todos de este chollo llamado régimen del 78
Clearco
"Creo que lo de Barbate, el asesinato a sangre fría y con ensañamiento de dos guardias civiles, ha cambiado todo." Imagine la escena: Funeral en la capilla de la comandancia de la GC de Pamplona. TODOS los sumisos mandos (bien pagados) post De los Cobos, ven como la viuda manda, literalmente, " a tomar por culo" al mamporrero del amado líder. El mismo que lleva comprando generosamente el silencio de esos mandos desde hace 6 años. Demasiado para cualquier numero de la GC. Esa mujer no solo mandó a tomar por culo al amado líder.
Gladiator
Es un verdadero escándalo. Si inconstitucional es la discriminación por sexo, también lo es por edad. Y aquí nadie hace nada. Y luego alguien se llevará las manos a la cabeza porque en España todos quieren ser funcionarios…