Ante la negativa conjunta del sector bancario a la hipoteca inversa, Unicaja decide no cerrarse puertas y estudiar el producto, según ha podido saber Vozpópuli. De seguir adelante, la entidad andaluza sería la primera en reabrir el mercado, para satisfacción del Banco de España.
El supervisor considera que la hipoteca inversa es una buena opción para dar liquidez a las personas mayores cuando llegan su jubilación. El sector bancario entiende el argumento pero no termina de ver el negocio. "No estamos en eso ahora", responden Santander, BBVA, Bankia, Bankinter y Sabadell.
CaixaBank, el único banco que la tuvo entre sus productos, junto a BBVA, expone que aún es muy pronto para valorar si es bueno volver a poner en el mercado este tipo de hipotecas.
En España, la única forma de acceder a una hipoteca inversa es a través de la consultora Óptima Mayores, que ha promovido que este producto vuelva a comercializarse, después de encargarle su diseño a la entidad portuguesa BNI Europe, que lo ofrece a un tipo de interés de entre el 5 y el 6%.
El punto de vista del supervisor
El Banco de España aboga por que los bancos permitan, bajo condiciones de responsabilidad y estudiando el perfil del cliente, convertir la riqueza "ilíquida en líquida". Con este tecnicismo, el supervisor se refiere a que las viviendas adquiridas por las personas a lo largo de su vida puedan servir para dar un respiro al sistema de pensiones y a la vez, aumentar la capacidad de consumo.
"Tras un período de disminución muy acusada de la fecundidad y con una incertidumbre elevada sobre la renta que podrán recibir en forma de pensiones y sobre su longevidad, no es descartable que las familias se muestren menos propensas a transferir su riqueza en forma de herencias. De ser así, podría aumentar
su demanda de instrumentos financieros susceptibles de utilizar sus activos ilíquidos para generar flujos vitalicios de renta durante la jubilación", añade el supervisor.
A diferencia de lo que se suele creer, la hipoteca inversa es un producto bancario por el que la entidad te concede un préstamo (de un máximo de 500.000 euros) que puede ser entregado de una sola vez al firmar el contrato o bien mediante mensualidades vitalicias a un tipo de interés habitualmente fijo, sin que el dueño de la casa deje de ser propietario de la misma.
En caso de que el dueño quiera vender la casa, por ejemplo, puede cancelar el préstamo con el banco y devolver la deuda, y mientras esté en vigor puede a la vez mantenerla alquilada.