El coworking es una tendencia al alza a nivel mundial. Comenzó a andar en España en el 2000, pero fue en 2014 cuando se hicieron las primeras operaciones importantes. Desde 2016 hasta ahora su volumen ha crecido exponencialmente, hasta superar los 70.000 metros cuadrados en macroproyectos en Madrid y Barcelona.
El tipo de compañía que demanda estos espacios sigue siendo muy concreto: emprendedores y startups. Aunque su auge se basa en el cambio de mentalidad de las empresas y sobre todo, la flexibilidad.
WeWork se ha hecho con la mitad de los macroproyectos de los últimos años. En total, ya gestiona más de 35.000 metros cuadrados entre Madrid y Barcelona en siete proyectos: cuatro y tres, respectivamente, según datos recogidos en un informe realizado por Cushman & Wakefield.
Además de ser la compañía que más operaciones destacadas ha realizado en los últimos tres años, también ostenta las oficinas más grandes, tanto en Madrid como en Barcelona.
Imperio
En la capital, WeWork controla una edificio de 6.500 metros cuadrado en pleno distrito financiero. También dirigen el segundo centro más grande, de 5.455 metros cuadrados.
En la Ciudad Condal el gigante del coworking tiene dos centros, en el distrito 22@. Allí se encuentra el centro de coworking más grande de España, de 6.570 metros cuadrado y un segundo de 4.566 metros cuadrados.
Tras la llegada de este gigante, las socimis más potentes de España se lanzaron a crear sus propias filiales dedicadas a este sector. Merlin Properties creó en 2017 junto a Loom House la marca Twistttt para dar una estética más moderna a algunos de sus activos.
En este año, la socimi ha introducido más activos en el centro de Madrid y el barrio de Salamanca, donde está a punto de abrir sus puertas.
Colonial también ha tomado posiciones mediante una participación en la empresa especializada en coworking Utopic. La socimi se posiciona con cuatro espacios en Barcelona y seis en Madrid.