El presidente de turno del ente público, José Manuel Silva, pasó el pasado miércoles un mal trago en el Congreso porque, habiendo sido propuesto por CiU, tuvo que afrontar estoicamente todas las críticas que le lanzaron los diputados del PP sobre la manipulación en los informativos del ente público. También le tocó hablar de los recortes: fuera taxis, fuera coches con chófer, fuera comidas de trabajo en restaurantes de lujo…Pero cuando los grupos de la oposición le preguntaron a Silva por el millón y medio de euros que TVE ha invertido en una miniserie de dos capítulos para homenajear a Julio Iglesias, las luces se le apagaron. El contrato se firmó en noviembre, argumentó, antes de que el Gobierno obligara a RTVE a recortar 204 millones de sus presupuestos.
Lo curioso es que el rodaje de la miniserie no ha empezado todavía, se iniciará en verano, y que el contrato que la hará posible, el definitivo, no lleva fecha de noviembre, sino del mes de febrero. Pero el Consejo interino de RTVE ha decidido que lo firmado no tiene marcha atrás y los sufridos telespectadores tendrán que tragarse el homenaje al cantante, aunque este no será emitido ¡hasta 2013! debido a un enjuague contable que permite que el millón y medio de euros que cuesta la broma no se compute como gasto hasta que no veamos el homenaje a Iglesias por la pequeña pantalla.
La preocupación de los parlamentarios del PP fue por otros derroteros. En su opinión, la imagen que los informativos de TVE están ofreciendo sobre España se asemeja mucho a la de Grecia…y no es para tanto, argumentaron. Silva, disciplinado como nadie, se comprometió a trasladar estas quejas a los responsables de los informativos, que dan por seguro su cese en cuanto se nombre al nuevo presidente del ente público.