Le dicen a este Buscón que los cerca de cuarenta miembros del buró del Partido Popular Europeo (PPE) tenían previsto haber celebrado su reunión de los pasados días 8 y 9 del presente mes en Sevilla. Por un lado, se trataba de tener un gesto de defeencia con Mariano Rajoy por ganar de manera incontestable las elecciones del 20-N, frente a otros dirigentes europeos que se tambalean como Nicolás Sarkozy y, ya de paso, dejarse ver con el candidato popular a la presidencia de Andalucía, Javier Arenas, y respaldarle en su campaña. No estaba mal pensado. A la reunión de buró acudían Rajoy y los ministros Luis de Guindos y José Manuel García Margallo, por parte del Gobierno; la delegación europea estaba encabezada por el portavoz de los populares en Bruselas, Jaime Mayor Oreja, además de por su número dos, Luis de Grandes, y a las jornadas se sumaban también, entre muchos otros, el presidente del Grupo PPE, el francés, Joseph Daul; Michel Barnier, comisario Europeo de Mercado Interior y Servicios, y el comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Dacian Cioloş.
Pero Arenas dijo que no. ¿El motivo? Los problemas de la gestión de la UE del acuerdo de pesca con Marruecos, que dejan a la flota pesquera de Barbate (Cádiz) en dique seco. Por eso no era cuestión de fotografiarse de la mano de los eurodiputados del buró del PPE, clase política que no goza en estos momentos de mucha popularidad por esas tierras. De hecho, pocos días después de esa cumbre y coincidiendo con el martes y 13, el candidato popular se embarcó por unos momentos en una de las naves de los pescadores para conocer de primera mano sus tribulaciones.
Así que el buró del PPE tuvo que buscar deprisa y corriendo otra ciudad para poder celebrar la reunión de la dirección de su Grupo Parlamentario. Finalmente acabaron en Palma de Mallorca, cosa que tampoco gustó a muchos, puesto que con los tiempos que corren y lo cuestionada que está la clase política no parecía lo más conveniente ir a un lugar conocido en el mundo entero por sus playas, sus barcos, sus hoteles.... en definitiva, un ciudad turística de primer orden. Pero las apariencias engañaban. Coincidiendo con la presencia de los eurodiputados populares en Palma, el presidente del Gobierno autonómico, José Ramón Bauzá, anunció un aumento general de impuestos, entre ellos, la instauración del llamado "céntimo sanitario".