Gran boda de José, el único hijo varón de Jaime Mayor Oreja el pasado sábado día 7. Ceremonia oficiada por monseñor Cañizares y convite en la casa que la familia tiene en la localidad madrileña de Boadilla del Monte. Se celebra en un momento especialmente delicado para la familia popular. Por allí anda Mariano Rajoy, que tiene a su Gobierno enfrascado en la preparación de uno de los mayores recortes sociales de la democracia. También están Rodrigo Rato y Ángel Acebes, algo alicaídos porque pocos días antes han sido imputados, junto al resto del anterior consejo de Administración de Bankia, por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.
Vamos, que contentos como unas castañuelas no están aunque mantienen el tipo por el hijo de Jaime. Pero la situación se descontrola cuando el eurodiputado Carlos Iturgaiz le enseña a Acebes en su móvil la portada del periódico "El Mundo" que titula a toda página que él lo sabía todo sobre la debacle de la antigua caja porque la auditora Deloitte le había avisado del desastre que se les venía encima.
Verse así, a cinco columnas, en una información que todavía no había desmentido Deloitte, le puede. Acebes siente una indisposición que no debe ser muy leve cuando hasta una unidad del Samur se acerca a atenderle y está con él hasta que puede recomponer el gesto. Ha sido mucha la tensión acumulada. Ya le ocurrió algo parecido durante los duros e intensos días que siguieron a la cadena de atentados del 11-M y él era el ministro del Interior. Bankia se antojaba ahora un destino infinitamente más tranquilo. Aterrizó hace apenas un año. Ha sido el último en llegar y uno de los primeros en llevarse las bofetadas.
