Tariq y Jan Khan Nadir están acusados de ser los presuntos cabecillas de una de las dos redes desarticuladas por la Guardia Civil por eludir el pago del impuesto en la venta de millones de litros de gasolina y gasóleo. El primero fue detenido en Barcelona, mientras el segundo sigue huido y en paradero desconocido. Su trama de decenas de empresas repartidas por todo el mundo le permitían controlar todo los pasos del negocio de los hidrocarburos e, incluso, blanquear el dinero con la compra de inmuebles y oro. Poseían un petrolero, ahora fondeado en Algeciras, y habían empezado a adquirir gasolineras en España. El fugitivo ya era buscado por la Justicia de Bélgica por un delito similar y se vio salpicado en las Operaciones Hidalgo y Astapa de blanqueo de dinero y corrupción urbanística en la Costa del Sol.