Cristóbal Montoro es posiblemente el ministro más denostado del Gabinete. Mejor dicho, denostado por parte del Gabinete. Así como Wert o Mato, por no hablar de Fernández Díaz y ahora de Ruiz-Gallardón, son objeto frecuente e intenso de los improperios, las críticas y las descalifiaciones por parte de la oposición, el titular de Hacienda es posiblemente uno de los ministros menos apreciados entre quienes integran el Consejo de Ministros.
Un miembro del Gabinete, en cierta reunión navideña en la que estaban presentes varios periodistas y que ha llegado puntualmente a los oídos de El Buscón, se refirió al titular de Hacienda como un "débil mental" que lo mejor que debería hacer es dejar de subir los impuestos. "Y si no, que se calle". Es cierto que algunos ministros no comulgan con la forma de expresarse de Montoro. Hay quien le ha hecho llegar incluso que determinados desplantes, "estilo bravucón", no resultan aconsejables cuando se habla en el Congreso, por ejemplo. Pero también tiene sus defensores, y muy vehementes. Montoro forma parte del núcleo duro del Ejecutivo, ya que es un hombre de la directa confianza personal y profesional de la vicepresidenta. En la misma línea de los afectos y la camaradería se encuentra Fátima Báñez, la titular de Empleo, quien además mantiene una vinculación muy fluída con el propio presidente, quien la valora y estima enormemente.
Semanas atrás, al cuestionarse desde la oposición y desde algunos medios informativos la actitud y la aptitud de Montoro, luego de que desvelara supuestas infracciones de ciertos grupos profesionales, tuvo que salir Rajoy en persona a echarle un cable, a defender su gestión y, en suma, a decir que es un gran ministro que cuenta con la confianza del "jefe".
No todos piensan así, visto lo visto y escuchado lo escuchado. Tampoco en el partido son muy fans del titular de Hacienda, ya que Montoro apenas cuenta con Génova a la hora de llevar a cabo determinadas iniciativas que luego afectarán a toda la formación.
