Ha sido la estrella este fin de semana. Enrique López, uno de los cuatro nuevo magistrados del Tribunal Constitucional, ha ocupado enormes espacios informativos y no precisamente por su designación, levemente polémica, pues la izquierda siempre le ha tenido ganas. Su protagonismo mediático se ha debido a los asuntos del corazón. López, 50 años, el George Clooney de las togas, apareció en su toma de posesión acompañado por su actual pareja, la televisiva Silvia Jato, con lo que oficializaba una relación que hasta ahora era tan sólo comidilla en los asiduos al palco del Bernabéu, donde se les podía ver en cariñosa actitud.
Pero esta semana el nuevo magistrado del Constitucional tiene encomendada una misión muy importante en el seno del tribunal del que ya forma parte. Este miércoles, el TC se reunirá para designar al nuevo presidente. Dada la mayoría conservadora, 7 a 5, se da por hecho que el elegido será de esta corriente ideológica. En boca de todos está el nombre de Francisco Pérez de los Cobos, de 52 años, perfecto para el cargo. Pero también aparece la figura de Francisco José Hernando, presidente en funciones, ex presidente del Supremo y del CGPJ, 78 años, un jurista respetado, de enorme trayectoria y muy querido entre sus compañeros de profesión, quien podría aspirar también a ese puesto. Tanto Cobos como Hernando fueron designados magistrados del TC en diciembre del 2010. Hasta ahí, empatados. Pero el factor edad pesa en favor del primero.
Cabe pensar que Hernando no presente finalmente su candidatura, ya que, de hacerlo, crearía un enorme problema al nuevo equipo puesto que lo que se persigue es mostrar una imagen de unidad al menos en la familia conservadora. Y ahí aparece Enrique López, quien ocupó la portavocía del CGPJ entre 2000 y 2008, precisamente con Hernando como presidente. López, todo un seductor, ha sido encargado por sus compañeros del alto Tribunal para que convenza a Hernando de que no acaricie ni por un momento la posibilidad de aspirar a la presidencia de la institución, circunstancia que hasta hace unos días no estaba tan clara. Pedro G. Trevijano, también designado por el Gobierno para el Constitucional en esta última tacada, es el cerebro en la sombra del plan "Hay que bloquear a Hernando".
Cabe pensar que finalmente se impondrá la cordura y la habilidad de López para que la elección del titular del Tribunal más politizado, polémico y criticado de nuestro panorama jurídico se lleve a cabo conforme a lo previsto y sea Pérez de los Cobos el ganador. Catedrático de Derecho del Trabajo por la Universidad Complutense, tiene un perfil jurista muy gris, pero no provoca grandes rechazos en las fuerzas políticas. López deberá demostrar una vez más su habilidad para estos asuntos. Su vieja amistad y relación con Hernando jugarán a su favor.
