Fátima Báñez, la ministra de Empleo a quien sus compañeros de Gabinete han bautizado como "la parlamentaria" por su afición a pasar más tiempo en el asiento del banco azul del Congreso que en su despacho ministerial buscando soluciones al acuciante paro, se dio rápidamente cuenta de que eso de encomendarse a la Virgen del Rocío no le servía ni para reducir las listas de desempleado ni para mejorar su imagen pública. Por ello, el pasado jueves decidió ponerse en manos de un ente más terrenal y a todas luces eficaz: la Guardia Civil.
Le cuentan a este Buscón que Báñez se enteró durante su reciente recorrido por el sur de España que el Instituto armado acababa de desmantelar en Cádiz una trama de empresas fantasmas que le había hecho a la Tesorería General de la Seguridad Social un agujero de nada menos que 5 millones de euros en sólo un año. Ni corta ni perezosa, al enterarse de que iba a haber rueda de prensa para dar las cifras de la brillante operación (con 91 detenidos y 213 personas más imputadas), la parlamentaria Báñez mostró su interés por aparecer también delante de los periodistas y, claro está, de las cámaras de televisión para compartir la medalla mediática con los hombres de verdes.
Para ello, su equipo se puso rápidamente en contacto con la subdelegación del Gobierno en Cádiz, cuyo titular, Javier de Torres, era quien iba a dar la rueda de prensa junto al comandante del Instituto armado responsable de la investigación. Eso sí, para honrarles con su presencia era necesario que la presentación ante los medios fuese tempranito, que la agenda de la titular de Trabajo ya se sabe que es muy apretada con la que está cayendo. Por eso, pidió que cambiarán la hora que se había previsto en un primer momento para la rueda de prensa, que era cerca del mediodía, para adelantarla al menos un par de horas.
Hubo que explicarle a Fátima Báñez que había un ‘pequeño’ problema para cumplir sus deseos. A la hora que ella quería comparecer ante los medios, los agentes de la Guardia Civil todavía estarían haciendo detenciones y que, por lógica y logística, no se informaba públicamente de una operación de estas características hasta estar bien seguros de que todos los malos estaban arrestados. Hacerlo al revés, le explicaron, podía facilitar que alguno de los chorizos se fugara antes de que la Guardia Civil le pusiera las esposas. Báñez aceptó las explicaciones y decidió seguir su viaje sin dar la rueda de prensa. Ya le surgirá otra ocasión en encomendarse a San Tricornio.
Un portavoz oficial del Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha remitido a Vozpópuli el siguiente escrito que reproducimos íntegro a continuación:
El Ministerio de Empleo y Seguridad Social niega que se realizara gestión alguna para que la rueda de prensa se desarrollara en los términos apuntados en el presente artículo, mucho menos contando con la presencia de la ministra Fátima Báñez, algo cuya posibilidad no se planteó en ningún momento.
El Ministerio quiere reiterar su satisfacción por el resultado de la operación. En este sentido, se recuerda que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 27 de abril el Plan de lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social, cuyos objetivos son el afloramiento de la economía sumergida, corregir la percepción fraudulenta de prestaciones del sistema de la Seguridad Social, particularmente en los supuestos de empresas ficticias.
