El pasado jueves la FIFA notificó al Real Madrid y al Atlético que eran sancionados sin poder fichar durante las dos próximas ventanas de fichajes por las irregularidades en la contratación de jugadores de la cantera. El club rojiblanco resolvió su respuesta con un escueto comunicado en el que reflejaba su malestar y su intención de recurrir la sanción. En el Real Madrid la sanción provocó un terremoto.
Florentino Pérez, cansado de salir a rueda de prensa para justificar los desmanes del club y para ratificar a entrenadores como Ancelotti y Rafa Benítez, a los que acabó destituyendo semanas después, llamó a su director general, José Ángel Sánchez y le castigó saliendo a dar la cara para ofrecer explicaciones a la prensa. Nada extraño si no fuera porque Sánchez jamás había protagonizado una rueda de prensa en los más de 15 años que lleva en el club. Sánchez (de 48 años), llegó al club en la primera etapa de Florentino, en octubre de 2000. Venía de SEGA con la etiqueta de experto en márketing de consumo. Eso le valió para ser nombrado director de márketing y rápidamente ganó peso negociando fichajes como el de David Beckham.
Cuando dimitió Florentino en 2006, se quedó en el club y en junio, una vez proclamado presidente Ramón Calderón, se mantuvo en su cargo. Al regreso de Florentino, en junio de 2009, no solo se mantuvo en el puesto sino que ganó peso hasta convertirse en la mano derecha del presidente. Sin embargo, Sánchez se había cuidado mucho de dar la cara, manteniendo un perfil discreto evitando salir en los medios.
La insistencia de Sánchez acabó convenciendo a Florentino, que se sorprendió cuando meses después su director general decía sobre Benítez: "Nos hemos equivocado"
Pero este verano el director general se ha visto involucrado en una serie de decisiones que han salpicado a Florentino. La primera de ellas, la elección de Rafa Benítez como técnico del Real Madrid. La insistencia de Sánchez acabó convenciendo a Florentino, que se quedó muy sorprendido cuando meses después su director general advertía respecto a la elección de Benítez: "Nos hemos equivocado". Ese uso de la primera persona del plural soliviantó a Florentino, que entendió esa maniobra para evitar la culpa de la errática decisión como una traición. No mucho antes el Real Madrid era eliminado de la Copa protagonizando un ridículo que dio la vuelta al mundo, al quedar fuera por la alineación indebida de Denis Cheryshev, algo que Pérez achaca al equipo que dirige Sánchez.
Desde la salida de Benítez son muchos los rumores que hablan de una posible salida del director general, cuyo sueldo ronda los dos millones de euros, sin contar pluses y bonus. Así que el jueves, cuando se hizo pública la sanción de la FIFA al Real Madrid, Florentino llamó a Sánchez y le ordenó dar la cara en una rueda de prensa para explicar la postura del club de Chamartín. Horas después se hacía público que el ayudante de Zinedine Zidane, David Bettoni, no tiene licencia para ejercer de segundo y que solo tiene licencia como encargado de material. Algo que el club sabe, porque no le inscribe como segundo entrenador, para evitar la polémica. Un nuevo escándalo que ha mermado la paciencia de Florentino, quien ve cómo el club se maneja de ridículo en ridículo sin conquistar un solo éxito deportivo en los últimos doce meses.
