Cuentan que la multinacional de comida rápida Mc Donald’s se obsesiona últimamente con la imagen, especialmente desde que documentales tan difundidos como Super Size Me (2004) vincularan estrechamente a la cadena con términos horribles como “comida basura”, “obesidad” o “problemas cardiovasculares”. En Mc Donald’s, los establecimientos se hacen llamar ahora restaurantes, la compañía no ceja en publicitar su “compromiso por la calidad” alimenticia y hasta se ha comprometido con causas mayores: de aquí a 2014, la cadena prevé una inversión en España de 160 millones de euros con el fin de abrir 60 nuevos locales y crear 3.000 nuevos empleos, productores incluidos.
Este último objetivo lo presentó la reputada presidenta de la filial en España, Patricia Abril, tal que un 16 de abril, Día Mundial de la Alimentación. ¿Y quién la acompañó? El flamante ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Nadie reparó en la carambola -el responsable de agricultura, alimentación y medio ambiente, la cadena de comida rápida no demasiado apreciada entre los nutricionistas pese a los esfuerzos por cambiar, un día tan señalado-. Oficialmente, Cañete acudía al “acto de presentación de los compromisos económicos, de empleo y responsabilidad social corporativa de McDonalds”.
Y no, Cañete ni pisó uno de los cerca de 400 establecimientos (o restaurantes) que la multinacional tiene en España, ni ingirió un McMenú gigante. El acto se celebró en la sede ministerial, en el Paseo de Santa Isabel, número uno.