De nada ha servido que Don Juan Carlos se reuniera el pasado lunes 24 de septiembre con el consejo de Redacción de "The New York Times" (NYT) al objeto de explicar a sus integrantes la realidad económica española. Porque resulta que, al final, lo que le interesaba al rotativo estadounidense no era tanto la realidad económica del país como la de su Majestad, lo que ha provocado un profundo e indisimulable malestar en Zarzuela. Este medio se despachó este fin de semana como una amplia información en la que explicaba que el Rey es el principal “embajador económico” de España, para apuntar a continuación que "permanece en secreto" la forma en que "ha amasado su considerable fortuna personal" desde que en 1975 asumiera la jefatura del Estado "con prácticamente nada". Esta supuesta fortuna, en la que se incluyen bienes del Estado, ascendería a 2.300 millones de dólares, esto es, unos 1800 millones de euros.
La información habla de ferraris y otros coches de lujo, de una casa en una isla (se supone que Marivent) y de sus amistades con personajes como Mohamed Eyad Kayali, de origen sirio y gracias al cual consiguió que se fuera para España el jugosísimo contraro del AVE Medina-Meca por casi 10.000 millones de euros y el que financió la famosa cacería de elefantes. Cita también el "caso Urdangarin" y no olvida las menciones a Corinna, que, de hecho, desmiente en declaraciones a ese rotativo que hayan mantenido una relación sentimental limitándose a señalar que es un amigo de la familia. También agrega que Don Juan Carlos es "un tesoro nacional. Cuando él entra en una habitación, irradia calidez y carisma y se conecta con todo el mundo. Nadie puede sustraerse a ello”.
Pues ni esa calidez ni ese carisma le han servido para convencer a NYT de nuestro futuro como país. De hecho ya la armaron el 24 de septiembre con la publicación de una serie de fotografías sobre la crisis en España que se ilustraba en portada con un indigente buscando en la basura, casi como si hubiera obtenido esa instantánea en el corazón de Manhattan. La duda que se les suscita a este Buscón es si esos amables periodistas están haciendo un monográfico sobre España. ¿Habrá nuevos capítulos?
