El Liberal

Camil Ros: "Hemos plantado cara a una crisis en la que, por primera vez, se ha inyectado dinero para frenar la economía"

Ante un 1 de mayo atípico, sin manifestaciones masivas en la calle, hemos hablado con Camil Ros, secretario general de UGT en Cataluña. Sobre el tapete, temas candentes como los últimos datos de paro de la EPA o el plan de desescalada que marca el retorno de la actividad económica, paralizada parcialmente por el Covid-19 

  • Camil Ros, secretario general de UGT en Cataluña.

En Cataluña, la tasa de paro ha subido hasta el 10,66% durante el primer trimestre del año, y ya se han detectado 5.800 personas más que buscan trabajo y no encuentran, según la EPA. El número de desempleados ya alcanza los 411.600, en comparación con el trimestre anterior, sin contar los afectados por ERTES (rondando los 700.000). Se trata de la mayor caída de ocupación en la comunidad autónoma desde el año 2014. Desde UGT, ¿cómo valoran estas cifras?

El problema es que no conocemos las cifras del mes de abril. Únicamente tenemos constancia de los primeros 15 días de impacto por la crisis del Covid-19 en marzo. Es evidente que a lo largo de la primera quincena de abril se disparó el desempleo y después se pasó a una fase más estable durante el resto del mes.

Nos preocupa mucho la situación del mercado de trabajo, básicamente por dos motivos. Por un lado, habrá que ver cómo se produce el retorno a la actividad de todas las personas afectadas por ERTE y el impacto que ello puede tener en la ocupación. Porque si los ERTES se convierten en ERES, entonces sí tendremos un problema.

Por otro lado, sabemos que sí ha habido despidos, aunque el Gobierno los ha prohibido durante el estado de alarma. De las 300 consultas diarias que reciben nuestros servicios jurídicos, el 85% de las no relacionadas con ERTES son por despidos y finalización de contrato. Como la EPA no incluye los ERTES, hemos podido detectar que el paro crecía, como mínimo, en 20.000 personas, y que se habían producido despidos durante el mes pasado. El paro de mayo tampoco añadirá los ERTES, así que también podremos contabilizar la gente a la que se le ha acabado el contrato.

Habrá que ver cómo se produce el retorno a la actividad de todas las personas afectadas por ERTE y el impacto que ello puede tener en la ocupación. Porque si los ERTES se convierten en ERES, entonces sí tendremos un problema"

Camil Ros durante las manifestaciones del pasado 8 de marzo.

En su opinión, ¿qué otras conclusiones arrojan los datos de la EPA publicados este martes?

Como la EPA es trimestral, también nos permite detectar a la gente que se le está acabando la prestación del paro. Por eso, y de manera muy clara, las organizaciones sindicales reivindicamos que se mantenga la ocupación, evitando que los ERTES se transformen en ERES y que se facilite el Ingreso Mínimo Vital para aquellas personas que no perciben ingresos. Entendemos que la gente trabajadora no tiene porqué pagar esta crisis, como ya sucedió con la anterior.

Como sindicato, ¿qué proponen para que los empresarios mantengan los ERTES, aunque de momento no les vaya bien, en lugar de recurrir a los ERES?  

En un plazo máximo de dos semanas, sindicatos, patronales y Gobierno, a través del Ministerio de Trabajo, nos vamos a reunir para hablar sobre la cobertura que se le va a dar a los ERTES, tanto por fuerza mayor como por causas objetivas, cuando se levante el estado de alarma. Por respeto a la negociación, no entraré en nuestra propuesta. Aun así, creo necesario un acuerdo conjunto, porque me temo que las medidas de apoyo a los ERTES no llegarán hasta finales de año, en algunos casos.

¿Por ejemplo?

Además del turismo, podría citar otros sectores de actividad que regresarán a la actividad económica, aunque no al 100%. Quizás esos ERTES no abarcarán a toda la plantilla, pero sí a una parte. Por lo tanto, es necesario que los empleados afectados tengan la cobertura necesaria y la empresa la ayuda correspondiente. 

Hemos plantado cara a una crisis económica y sanitaria para la que no hay manual. Hasta ahora, se inyectaba dinero para reactivar la economía, no para frenarla. Si los empresarios se comprometen a mantener los puestos de trabajo, el ERTE va a ser un mecanismo clave para resistir, al menos, hasta el verano.

No hay manual para hacer frente a una crisis económica de esta magnitud. Hasta ahora se inyectaba dinero para reactivar la economía, no para frenarla"

Volviendo a la pregunta, ¿cómo impedimos que se tramiten ERES a corto o medio plazo?

Durante la primera semana de confinamiento era necesario acogerse a ERTES por fuerza mayor, más rápidos que el resto y que permiten ahorrarse entre el 100 o el 75% de la cuota de la Seguridad Social de los empleados a los empresarios. A medida que han transcurrido las semanas, no tiene sentido presentar un ERTE por fuerza mayor. Nosotros estamos planteando que los ERTES por causas objetivas tengan una bonificación de la cuota a la Seguridad Social, aunque no sea del 100%.

Esta semana, el Gobierno ha dado a conocer el plan de desescalada que marcará la movilidad de los ciudadanos y la reapertura de comercios y establecimientos no esenciales. El plan ya ha generado polémica, dado que algunos empresarios, sobre todo de la restauración, no ven viable subir la persiana si solo pueden llenar el 30% del aforo del local en un principio y el 50% después. ¿Qué opinión tienen al respecto? ¿Se podía haber hecho de otra manera?

Necesitamos informaciones correctas y concretas al respecto, no comparecencias eternas que plantean un montón de dudas. Creemos que aparte del ámbito territorial, se debería tener en cuenta el factor sectorial: una cosa es la industria y otra la hostelería o la restauración. Además, se habla mucho de la actividad económica pero, ¿qué podrán hacer, o no, las personas? ¿Cómo será su movilidad? ¿Podrán ir al bar situado a dos calles de su casa o al del pueblo de al lado?

Además, si los empresarios se ven obligados a acondicionar sus locales, que lo hagan a partir de medidas duraderas y eficaces. No sería la primera vez que invierten y se endeudan con cambios que no sirven para nada. ¿Recuerdas la Ley Antitabaco de enero de 2011? Se obligó a muchos bares y restaurantes a crear zonas separadas para fumadores y no fumadores que, con el tiempo, se han quedado en nada.

En síntesis, ¿qué sectores de actividad preocupan más a medida que avanza el plan de desescalada?

Es evidente que el sector turístico lo va a pasar muy mal, especialmente este verano en temporada alta. No obstante, también nos preocupan ámbitos industriales de bienes de consumo que no son de primera necesidad o básicos. Me explico: si tenías pensado cambiar de nevera o cualquier otro electrodoméstico, ¿lo harás si existe la posibilidad de que te quedes sin trabajo?

Toda crisis económica tiene dos caras: la real y la psicológica. Y el miedo puede hacer que los consumidores recorten en gasto. Por eso es tan importante mantener la ocupación. Y no hablamos de la industria automovilística, donde cada puesto de trabajo directo afecta entre cinco o siete indirectos.

Estos días también se habla del Ingreso Mínimo Vital, todavía pendiente de aprobación. La cuestión es si en Cataluña sería compatible con la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC).

Sí, por supuesto. Ambas deben ser complementarias y sumar hasta proveer los ingresos mínimos necesarios para llegar a finales de mes. Otra cosa es que se incorporen más colectivos que puedan llegar a percibir la RGC, aprobada hace tres años. A partir de ahora, se deberá evaluar si se producen situaciones nuevas a raíz de la crisis producida por el Covid-19.

Y ya para acabar, ¿qué lectura sacan de esta crisis? A su juicio, ¿qué ha puesto de manifiesto?

En mi opinión, ha quedado muy claro que los estados fuertes, desde el punto de vista sanitario, también son los más sociales. Los que hemos soportado recortes en sanidad, hemos sufrido más. Es necesario reforzar todos los sistemas públicos, sobre todo la Sanidad, y apostar por políticas más sociales. La economía es débil y hay cosas que no podemos evitar, porque aún estamos en medio de esta crisis (aunque algunos piensan que estamos saliendo de ella). Además, los ciudadanos deberíamos acostumbrarnos a estas nuevas realidades. 

Por último, espero que los buenos propósitos se hagan realidad. Durante la crisis anterior, se creía que reflexionaríamos y cambiaríamos. No fue así y las cifras de pobreza así lo demostraron. Ojalá esta vez las buenas intenciones no queden en papel mojado.

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