El Fondo Monetario Internacional (FMI) cambia el paso por la crisis del coronavirus SARS-Cov-2. El objetivo del déficit es ahora secundario para este organismo debido a la factura económica que supone la crisis sanitaria.
En su habitual informe sobre España, el FMI detecta incertidumbre a corto plazo por el brote que se expande por España, con más de 2.100 contagiados y 48 muertos. La institución internacional, que en 2016 insistía en recortar gasto en Sanidad y Educación para contener el déficit, ha emplazado al Gobierno de Pedro Sánchez a bajar impuestos y reducir las jornadas de trabajo para que las empresas puedan mantener el empleo.
Sería la administración la encargada de complementar la pérdida de salario de los empleados, siguiendo así los pasos dados por Alemania, donde la Administración abona el 60% del salario de los trabajadores. Para el FMI, estas medidas deben ir encaminadas a los empleados con la renta más baja. El objetivo es reducir el impacto de esta epidemia.
Medidas fiscales para evitar cierres y despidos
"La política fiscal necesita proteger a la población durante el brote del coronavirus (...) Se entiende que el Gobierno deba dotar de recursos suficientes al sector sanitario", ha instado el FMI.
A su juicio, los sectores más afectados por esta crisis son las cadenas de suministro, turismo, comercio y la demanda interna, factores que ralentizarán el crecimiento económico durante este año y que iba camino de la desaceleración. Así, para España pronostica un crecimiento del 1,6%.
Por otro lado, han aclarado que una vez se supere la crisis del SARS-Cov-2 se volverán a exigir medidas para atajar el déficit, pero la prioridad ahora es "evitar que las empresas cierren y realizar despidos".