Aumentan los vínculos entre el proceso soberanista catalán y actividades realizadas supuestamente por el Kremlin en Cataluña con el fin desestabilizar a la Unión Europea. A la Operación Volvoh y a las conexiones del presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, con antieuropeístas como los defensores a ultranza del Brexit o el ex presidente catalán huido de la Justicia española Carles Puigdemont, ahora se suman nuevas injerencias en Europa del servicio de inteligencia del país de Tolstoi.
Mientras Putin alerta del riesgo de desintegración de la Unión Europea y lo compara con el de la Unión Soviética, un juez de la Audiencia Nacional y la Policía Nacional están investigando la actividad de un grupo militar de élite vinculado a la realización presuntas maniobras con el objetivo de desestabilizar Europa. El País ha informado este jueves de la existencia de una investigación secreta centrada en un grupo militar de élite al que se conoce como Unidad 29155 y es heredero de la vieja y temida KGB.
Según ha podido confirmar este medio, el juez Manuel García-Castellón y la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, especializada en la lucha antiterrorista, están al frente de las pesquisas sobre la Unidad 29155. Son varias las investigaciones realizadas en diferentes países sobre la presunta injerencia de Rusia: la financiación de la Liga italiana, los préstamos al Frante Nacional francés, el Brexit o el separatismo catalán, entre otros.
Tal y como avanzó Vozpópuli, el CNI rastrea las conexiones rusas con el procés. Y un juzgado de Barcelona investiga una trama rusa que supuestamente apoya el proceso de independencia de Cataluña.
Servicios secretos rusos
La última novedad en el goteo de informaciones que vinculan maniobras geoestratégicas del mayor país del mundo con Cataluña es que la Audiencia Nacional considera probado que un grupo vinculado a los servicios secretos rusos ha llevado a cabo acciones en la región.
"En Rusia nadie puede mover un dedo sin que lo sepa el Kremlin", explican a este medio desde Moscú fuentes conocedoras del caso. "Ni siquiera el ultra Vladimir Zhirinovski, opositor a Putin vinculado con Puigdemont, podría hacer nada en Rusia sin el conocimiento y la autorización del Kremlin", añaden.
Sabido es el deseo oculto de Putin y la diplomacia rusa de ver descompuesta la Unión Europea, una voluntad que ha ido en aumento a raíz de las sanciones impuestas a la Federación Rusa por las acciones que llevó a cabo en 2014 en la península de Crimea y en el este de Ucrania.
Causa abierta contra el secesionismo
Fuentes judiciales han indicado a este periódico que García-Castellón es el juez instructor de un macrocaso abierto contra el independentismo catalán a raíz del cariz violento que ha tomado el movimiento tras la publicación de la sentencia del procés así como de los artefactos explosivos que supuestamente estaba preparando un grupo escindido de los CDR llamado Equip de Resposta Tàctica y cuyos nueve integrantes fueron detenidos en la Operación Judas.
En ese mismo sumario se encuentra la investigación de la plataforma Tsunami Democràtic, que logró movilizar en pocos minutos a unas 10.000 personas para tratar de bloquear el aeropuerto de Barcelona el pasado 14 de octubre en respuesta a las condenas a los presos del 1-O.
GRU, heredero del KGB
El nombre de la unidad 29155 apareció en medios de comunicación occidentales el mes pasado y adquirió relevancia internacional después de que The New York Times lo asociara a acciones de repercusión global como el envenenamiento en 2018 del ex espía ruso Serguei Skripal y su hija en Gran Bretaña.
Dos miembros del servicio de inteligencia ruso GRU (heredero del KGB) fueron identificados y denunciados por las autoridades británicas como supuestos responsables del atentado contra el ex espía ruso y su hija, una acción con gas tóxico que contaminó también a una de sus vecinas.
Propaganda antieuropea en Cataluña
Según los expertos en seguridad consultados, no ha sido la primera ocasión en que espías rusos pisan suelo catalán para dar apoyar posiciones independentistas con sus acreditadas nociones para la propaganda antieuropea y antioccidental.
La Guardia Civil ha hallado nexos entre la Federación Rusa y un personaje de cierta relevancia en el procés por su influencia en Puigdemont: el antiguo secretario de relaciones internacionales de la extinta Convergència, Víctor Terradellas, investigado por el desvío de fondos públicos de la Diputació de Barcelona y el Govern.
En una de sus últimas comunicaciones, en la víspera de la fallida declaración unilateral de independencia (DUI) y de la posterior huida de Puigdemont a Waterloo, Terradellas le prometió al entonces presidente catalán que el separatismo podía contar con el apoyo de Putin si finalmente la declaraba.
Abrumado por la presión de los suyos y del Gobierno, Puigdemont ignoró esos mensajes, rechazó convocar elecciones autonómicas y declaró la independencia sin recibir ningún apoyo del Kremlin ni de prácticamente nadie.