El exfutbolista y empresario Andrés Raúl Cano Olivares fue detenido en febrero, acusado de liderar una estafa piramidal de al menos 15 millones de euros con 800 víctimas. Se investigan los movimientos de su empresa al menos entre los años 2016 y 2017, hasta que le endosó la compañía a un toxicómano por un euro para eludir sus responsabilidades, según creen los investigadores. Además, mientras contraía su deuda con cientos de ahorradores, el conocido como el Madoff español cerró un acuerdo con el Real Madrid para adquirir un palco en su estadio valorado en 102.366 euros.
Este periódico ha tenido acceso al contrato firmado por el club blanco y el propio Andrés Raúl Cano Olivares en representación de su empresa, ARC Global Trader, el 20 de diciembre de 2016 por el que el empresario adquirió el derecho a disfrutar del palco 4079 del Santiago Bernabéu durante lo que restaba de temporada 2016-2017. Son apenas cinco folios en los que ambas partes fijan las condiciones sobre nueve localidades situadas en el segundo anfiteatro del estadio madridista. El precio (84.600 euros más 17.764 de IVA) daba derecho a presenciar los partidos de Liga, los de Copa de Europa y los de Copa del Rey así como el Trofeo Santiago Bernabéu “si lo hubiera”.
En el contrato se acordaba la forma de pago del contrato: dos abonos de 25.380 euros cada uno en el mes de diciembre y otros dos de 16.920 euros en febrero y junio. Vozpópuli se puso en contacto con el Real Madrid para interesarse acerca de si Andrés Raúl Cano Olivares llegó a pagar todo el contrato, pero el club apeló a su política de no ofrecer información sobre clientes, remitiéndose a los datos sobre el alquiler de palcos privados que obra en su web oficial.
En dicha página oficial no aparecen precios, pero dice que los palcos como el que adquirió Cano Olivares están "ubicados en una de las mejores zonas del estadio y dotados de vistas fantásticas del terreno de juego. Los Palcos de 2º Anfiteatro permiten albergar cómodamente de 7 a 20 personas. Han sido concebidos para disfrutar del fútbol hasta el más mínimo detalle y, a la vez, de todos los servicios y trato único que sólo un cliente de Área VIP del Real Madrid puede recibir".
Entre la documentación en poder de los investigadores consta un pago de 30.709,80 euros (25.380 más 5.329,80 de IVA) abonado el 10 de enero de 2017. Corresponde al primer vencimiento del contrato, según la factura. También consta el tercer vencimiento, que ascendió a 20.473,20 euros (16.920 más 3.553,20 de IVA). Ambos están a nombre de la empresa a la que cientos de familias confiaron sus ahorros. Se deduce por tanto que también pagó el segundo vencimiento ya que el contrato otorgaba al Real Madrid la potestad de rescindir el acuerdo de forma unilateral en caso de que no se abonase alguna de estas cantidades.
De las relaciones entre ARC y el Real Madrid dan cuenta también los testimonios de varios trabajadores de Andrés Raúl Cano Olivares que figuran en un informe elaborado por la Sección de Fraude Financiero de la UDEF de la Policía. Al menos dos de estos empleados relataron los “acuerdos” con el club blanco “para adquirir un palco en el Santiago Bernabéu en octubre de 2016”. Entre la documentación facilitada por ellos figura otra transferencia de 30.710,80 euros realizada el 28 de octubre de 2016, previa al contrato al que ha tenido acceso este periódico. Según los los empleados, el palco era “para uso personal y clientes”.
Andrés Raúl Cano Olivares está acusado de poner en práctica una estafa piramidal usando el mismo modus operandi que el empleado en su día en Estados Unidos por Bernard Madoff y que le costó una condena de 150 años de cárcel. ARC prometía a pequeños inversores grandes rentabilidades por su dinero. Al final, en realidad, los altos intereses de los primeros inversores se iban pagando con el dinero de los últimos clientes en llegar. Así hasta que el sistema no dio más de sí y la burbuja estalló dejando a 800 familias sin sus ahorros.
Por estos hechos fue detenido por la Policía el pasado mes de febrero en una operación en la que también se procedió a registrar su domicilio y la sede de su empresa. A las horas quedó en libertad provisional. El pasado 20 de abril declaró en calidad de investigado ante el Juzgado de Instrucción Número 10 de Madrid. Según el auto emitido por la magistrada María Antonia de Torres, Andrés Raúl Cano Olivares realizó una declaración “ambigua”, “poco esclarecedora” e “incomprensible”. A pesar de ello, le dejó en libertad provisional con la única medida cautelar de entregar su pasaporte y no poder salir de España, en contra de las acusaciones, que solicitaron el ingreso en prisión del empresario.