España

Vivir a todo 'black': el cerebro de las tarjetas opacas recibió 389 entregas de efectivo y gastó 35.073€ en el súper

El hombre al que Bankia señala como autor del diseño del sistema de tarjetas opacas ni siquiera tenía que ir al cajero: cobró por ventanilla 219.123 euros en efectivo y sacó de cajeros otros 5.104€. En total, 224.238,14€ en metálico. Además, cargó su factura de Canal Satélite Digital a Caja Madrid, así como 35.073€ en gastos de supermercado y 14.335 en artículos de golf. Incluso, pagó en B un bono para el metro de 9,30€.

  • El ex número dos de Miguel Blesa, Ildefonso Sánchez-Barcoj, a quien Bankia acusa de diseñar las tarjetas opacas

La mano derecha de Miguel Blesa, Ildefonso Sánchez-Barcoj, a quien Bankia acusa de diseñar el sistema de tarjetas opacas las exprimió a fondo hasta sacar en efectivo a costa de su 'visa black' hasta 224.228,14 euros. Pero al contrario que los demás, el número dos de Caja Madrid no acudía a cajeros automáticos a retirar el dinero en efectivo sino que dio orden de que se le entregara por ventanilla. Así, los responsables de caja de Caja Madrid primero y Bankia después entregaron a Sánchez-Barcoj en 389 ocasiones billetes en paquetes de 300, 600 y 1.000 euros y hasta 11.000 euros de un solo golpe en el año 2006. Su necesidad de efectivo llevó a Sánchez-Barcoj a recurrir a cajeros de otras entidades en las que retiró 5.104 euros más. El número dos de Blesa es, según revela el detalle de gastos al que ha tenido acceso Vozpópuli, el hombre que más gastó a cargo de las tarjetas sin declarar: en total 498.000 euros que se suman a los 9,7 millones de euros de salario que cobró sólo entre 2007 y 2011. Pero la retirada de fondos en efectivo fue sólo la mitad del dinero que gastó. La otra mitad cubría su día a día hasta sumar más de medio millón de euros en "sobresueldo" con tarjetas sin declarar.

Sánchez-Barcoj dispuso un sistema de cobros en ventanilla por el que retiró 224.228 euros en efectivo a cargo de su tarjeta opaca

Reconstruir 24 horas en la vida del cerebro de las tarjetas significa reconstruir un día completo gratis total porque desde los gastos más nimios hasta las mayores extravagancias fueron cargados a la tarjeta opaca de Caja Madrid durante años. Bankia pagó a Sánchez-Barcoj desde 9,30 euros para un bonometro en Madrid, un pase de 10 viajes para el Metrobus, y Caja Madrid le pagó 20 céntimos por unas pastillas mentoladas en una farmacia. Frente a esas pequeñeces, las tarjetas negras en las que debía cargar gastos de representación le sirvieron para comprar 14.335 euros en artículos de golf. Así se vivía un día con tarjetas opacas en la vida de Sánchez-Barcoj:

La reconstrucción de esas 24 horas arranca con el gesto de encender la televisión al despertar. Ese gesto lo pagaba la entidad financiera porque, según consta en el detalle de los gastos, el antiguo hombre fuerte de Blesa cargó a la caja su suscripción a Canal Satélite Digital por la que pagaba 30 euros. Coger el coche, llenarlo de gasolina y pagar peajes también eran gestos que se pagaban en B. De hecho, se financió con dinero sin declarar alquileres de coches por valor de 9.809 euros en las casas que operan en España: Hertz, Avis, Budget, Atesa y Europcar. También la gasolina se pagaba con cargo a las tarjetas opacas. De hecho, Sánchez-Barcoj cargó 23.231 euros de sus viajes personales a la 'visa black', algo que se extendía a los peajes en autopistas por los que la entidad abonó 246,09 euros. Por último, antes de llegar al trabajo, también la tarjeta B financiaba el aparcamiento. Los cargos son de tal grado de detalle, que el que fuera director financiero de la caja llegó a abonar en negro el aparcamiento de una visita al hospital.

El ex director general de la caja cargó a los pagos en B desde un Metrobús hasta 14.335 euros en artículos para jugar al golf

En la reconstrucción de un día cualquiera a cargo de las tarjetas opacas, al llegar a Caja Madrid, Sánchez Barcoj tenía dispuestas entregas de efectivo a cargo de la Visa. En concreto, recibió sobres en efectivo en 389 ocasiones en cantidades por un mínimo de 300 euros y de un máximo de 11.000. El sistema de pagos por ventanilla suma en total 224.228,14 euros.

Llegada la hora de comer, la 'visa black' seguía sufragando la vida de sus titulares sin que declararan esos gastos. En total, Sánchez-Barcoj suma 32.692,44 euros en comidas y cenas a cargo de la entidad financiera. Entre los gastos que se financiaron en B, las cuentas del número dos de la caja reflejan que pagó 26.900,93 euros en hoteles de 4 y 5 estrellas, en ocasiones, en la misma ciudad en que reside, Madrid.

Tras vivir varios días tan estresantes como esos, el ex director general de Caja Madrid cargó 139.482,21 euros en viajes personales de El Corte Inglés a su 'visa black', además de 22.231 euros por gastos ocasionados durante esos viajes y capítulos tan poco encasillables en el concepto de "gastos de representación" como todo tipo de artículos accesorios de golf hasta sumar 14.335 euros en equipamiento para ese deporte.

Vacaciones y caprichos también a cargo de la caja

La Justicia investiga si ha habido "apropiación indebida" por parte de quienes gozaron de esas tarjetas. Para ello, ha llamado a declarar a Sánchez-Barcoj el próximo jueves para que explique si ha incurrido en administración desleal. El argumento de los acusados ha sido, hasta ahora, el de que gastaron ese dinero en representar a la caja. Sin embargo, las facturas demuestran que el número dos de la entidad llegó a pagar durante años hasta el supermercado con la visa en negro de Caja Madrid: en concreto, la caja pagó 28.714,66 euros en concepto de supermercados, incluidos 96,44 euros de compra en Caprabo y 136,60 de Eroski, al responsable de la supervisión de esas tarjetas opacas.

Pero no sólo Sánchez Barcoj se benefició de su tarjeta en negro. Para cerrar la reconstrucción de las 24 horas en una vida a todo "black", al llegar a casa, el hombre fuerte de la entidad llevó regalos de Loewe por valor de 2.459 euros que pagó Caja Madrid, así como gastos en zapatería por valor de 1.840,30 euros. La entidad pagó, incluso, sus entradas de cine que a lo largo de los años llegaron a sumar 3.216,54 euros en total a cuenta de una entidad que terminó necesitando 22.424 millones de euros de dinero público para ser reflotada.

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