El Gobierno alemán considera "inevitable" que Grecia se declare insolvente e intenta convencer a sus socios comunitarios para que Atenas proponga un "recorte sustancial" de su deuda, informa hoy el diario "Financial Times Deutschland" citando fuentes gubernamentales.
El portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, no negó hoy este extremo al ser preguntado al respecto en la conferencia de prensa regular de portavoces, y señaló que Francia y Alemania están trabajando en un plan conjunto que resuelva de forma duradera los problemas de la zona del euro y que no podía precisar más detalles.
"Trabajamos bajo las premisas de la confianza y la confidencialidad", argumentó Seibert para evitar pronunciarse sobre una posible impago heleno.
Hasta ahora, la posición oficial del Gobierno era que no iba a ser necesaria una suspensión de pagos griega, sino que bastaría con la participación, voluntaria pero significativa, del sector bancario europeo en el segundo rescate, aprobado el pasado julio.
De haberse asumido este cambio radical de postura en Berlín, el Gobierno tendrá aún que convencer al resto de socios comunitarios, ya que tanto Bruselas como París han expresado sus reticencias al respecto.
En este sentido, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jose Manuel Durao Barroso, advirtió hoy en una entrevista publicada por el diario alemán "Bild" sobre el "gran peligro" que supondría la caída de Grecia, por el riesgo de contagio a otros países de la zona del euro.
"Estamos convencidos de que una insolvencia de Grecia no sería precisamente más barata para todos los implicados que el paraguas de rescate ahora ampliado", apuntó Barroso.
Francia, por su parte, teme que la gran exposición de su banca a la deuda soberana griega afecte directamente a la situación de sus entidades crediticias y, de forma indirecta, a las cuentas públicas de la segunda mayor economía de la zona del euro.
Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, prometieron ayer lanzar antes de fin de mes una "solución duradera" para atajar definitivamente los problemas de capitalización de la banca y la crisis de la deuda griega.
El órdago del eje franco-alemán, un "paquete completo" de medidas del que no dieron detalles, propondrá "más integración" económica, más mecanismos anticrisis y la reforma de tratados comunitarios, todo dentro de una "nueva visión" europea, en la que "Grecia es parte de la eurozona" de forma indiscutible.