Las medidas del Gobierno que pretenden reducir el déficit este año hasta el 8,5 % del Producto Interior Bruto (PIB), desde el 10,6 por ciento de 2010, han acarreado al país un cuarto año consecutivo de recesión, con una retracción de la economía del 5,5 %, al que se añadirá 2012 con un crecimiento negativo del -3,5 %.
El transporte público en Atenas sí funcionará el miércoles y el jueves a partir de las 09.00 hora local (06.00 GMT), durante una media de diez horas, para facilitar la asistencia de los trabajadores a las manifestaciones previstas a partir de las 09.00 GMT en el centro de la capital. Las confederaciones de los funcionarios públicos, ADEDY, y de los trabajadores del sector privado y de empresas semiestatales, GSEE, que cuentan con un millón y medio de afiliados, organizan además manifestaciones masivas en todas las ciudades griegas.
Los empleados de la industria, la sanidad, la enseñanza, los sitios arqueológicos y museos, los bancos, los ministerios y los tribunales, como también los abogados y los trabajadores de los servicios públicos, no acudirán a sus puestos laborales.
Las compañías de aviación han cancelado más de 1.500 vuelos desde y hacia los aeropuertos del país para los próximos dos días, ya que el espacio aéreo permanecerá cerrado a los aparatos comerciales debido a la participación en la huelga de los controladores aéreos. Dieciséis vuelos extraordinarios fueron efectuados hoy desde el aeropuerto internacional de Atenas, Elefterios Venizelos, y otros tantos se harán el viernes, informaron a Efe las autoridades de la terminal.
Los barcos permanecen en los puertos desde el lunes y hasta la madrugada del viernes, al igual que el servicio ferroviario está paralizado y los funcionarios de Hacienda y de Aduanas continúan con sus huelgas hasta el viernes.
Fuga de capitales hacia Suiza
Ciudadanos griegos han desviado a cuentas bancarias en Suiza más de 200.000 millones de euros desde el comienzo de la crisis financiera y presupuestaria que sacude a su país, revela hoy el rotativo alemán Bild. "Tan solo en los últimos meses han fluido al extranjero más de 10.000 millones de euros", declara Markus Kroll, del instituto financiero alemán Roland Berger, en el diario.
Añade que la fuga masiva de capitales se debe al miedo generalizado a una quiebra de las finanzas públicas en Grecia y la reintroducción del dracma como moneda nacional, lo que haría que los fondos en euros en cuentas griegas perdieran más de la mitad de su valor. El periódico explica que los capitales son desviados mediante simples transferencias generalmente a través de Chipre y que los industriales griegos aprovechan también sus sociedades en el extranjero para aparcar allí sus fortunas.
En declaraciones a Bild el jefe del grupo parlamentario socialdemócrata en la cámara de Estrasburgo, Martin Schulz, exige un acuerdo fiscal entre Grecia y Suiza que grave con un impuesto de capitales del 25 por ciento los fondos desviados al país helvético. "De esa manera se podría limitar por lo menos la fuga de capitales", comenta Schuklz, quien señala que "quien saca a escondidas millones del país no puede ser pobre. Esa gente debe pagar de una vez por todas".