El ex presidente del Gobierno José María Aznar romperá hoy su silencio en torno al comunicado de ETA durante la celebración del quinto aniversario de la organización DENAES, Defensa de la Nación Española, fundada por el ex diputado vasco Santiago Abascal. En dicho acto estarán acompañados por víctimas del terrorismo como el ex presidente de la AVT Francisco José Alcaraz y por su actual presidenta, Ángeles Pedraza, además de la viuda de Gregorio Ordóñez, Ana Iríbar, según ha podido sabe Vozpópuli.
Este será el momento escogido por Aznar para decir lo que opina de una decisión que ha provocado reacciones enfrentadas en su partido, por un lado, la versión oficial, ofrecida por Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal o Soraya Sáenz de Santamarñía, y , por otro, el sector crítico que niega cualquier tipo de credibilidad al comunicado como Jaime Mayor Oreja, Esperanza Aguirre, Juan Cotino o Carlos Itrugáiz, que también acudirá al acto de hoy.
Ayer, Aznar participó en un acto de FAES sobre América Latina, con cursillistas de otros países, pero decidió no aludir a una cuestión en la que, a priori, parece más alineado con las posturas más críticas. Además, el auditorio de hoy permite vaticinar una andanada contra las posiciones defendidas por Rajoy.
Pizarro se divirtió en la política
Por otro lado, Manuel Pizarro, hombre próximo a Aznar, y número dos de la lista del PP hace cuatro años, presentó ayer el libro del vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, "Camisa blanca". En su 'reaparición' tras haber pasado a un segundo plano aseguró que "me lo he pasado muy bien en la política", pero que ahora "estoy metido en la economía". La persona a la que algunos en el PP no dan del todo descartada para que pudiera jugar un papel importante en el próximo Gobierno popular, precisamente desde la economía, dijo que la política "es un acelerador de partículas que hace mejor al que es bueno y peor al malo".
No deja de ser curioso, sin embargo, que parezca guardar un buen recuerdo de su paso por las listas populares y por el Grupo Parlamentario. Pizarro se sintió infrautilizado y cayó en desgracia aunque su salida de la política fue pactada y lo hizo en buenos términos con Mariano Rajoy.