El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, aseguró no obstante que las dos cumbres seguirán adelante como estaba previsto, mientras que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmó que es "momento de acabar con las incertidumbres" y confió en que las citas de hoy sean un éxito.
La reunión de líderes de los Veintisiete comienza a las 16:00 GMT, mientras que los jefes de Estado y Gobierno de los 17 países del euro mantendrán una cena de trabajo a partir de las 17:15 GMT.
Las respuestas más esperadas tienen que ver con el reajuste del programa de asistencia financiera a Grecia ante la evidencia de que no podrá hacer frente al pago de su deuda y tendrá que acordarse una condonación mayor al 21 % pactado con sus acreedores en julio, probablemente entre el 50 y el 60 %.
También se espera más concreción sobre los términos de recapitalización de la banca europea, ya que el único elemento que ha trascendido es que se precisarán algo más de 100.000 millones de euros para que las principales entidades logren llegar al 9 % de ratio de capital de máxima calidad que recomienda la Autoridad Bancaria Europea (ABE).
Ampliación del fondo de rescate
La ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para evitar el contagio de la crisis a países como Italia y España es el elemento que llega más abierto a las reuniones de hoy y probablemente el más complejo desde el punto de vista técnico.
La canciller alemana, Angela Merkel adelantó esta semana que se ampliará su capacidad actual de 440.000 millones de euros hasta por encima del billón de euros a través del "apalancamiento" (endeudamiento), es decir, mediante un mecanismo que aún se desconoce para aprovechar mejor la base ya existente.
Las dos opciones que hasta ayer estaban en consideración eran la utilización del fondo para avalar parte de las emisiones de deuda de los países presionados por los mercados, lo que les permitiría financiarse por sí solos a precios más razonables, y la creación de un fondo independiente que al estar avalado por los socios del euro atraería la inversión de países de fuera de la UE, principalmente de mercados emergentes.
Sean cuales sean las medidas finalmente acordadas, la Unión Europea espera que el nivel de la respuesta se muestre esta vez a la altura del reto y devuelva la calma a los mercados.