El millonario Nicolas Berggruen, el primer accionista del Grupo PRISA, ha vuelto a hablar y vuelve a tensar a los gestores del grupo. En una entrevista con Bloomberg, Berggruen afirma que sólo compra "empresas cargadas de deuda y con familias que quieren jubilarse" y advierte: "Tras los procesos de reestructuración de la deuda, suelo quedarme durante una década o más antes de vender (...) pero siempre sacudiendo a su alta dirección". "Es cuestión de encontrar a la gente apropiada", sentencia el excéntrico millonario.
Anuncia la compra de nuevas empresas
Berggruen asegura que firmó un cheque en blanco en noviembre de 2010 cuando invirtió 1.300 millones de dólares en PRISA mediante la entrada de Liberty Acquisition Holdings Corp. pero advierte que su política de adquisiciones a partir de ahora será más selectiva.
De hecho, Berggruen asegura que dispone de los 1.440 millones de dólares captados en la Bolsa de Londres con Justice Holdings Ltd. para hacer nuevas adquisiciones.
Los líderes europeos seguirán en su nómina
El millonario (cuya fortuna se estima en más de 2.500 millones de dólares) asegura que seguirá financiando el Nicolas Berggruen Institute, creado por él --según afirma-- para reducir la parálisis que amenaza a Estados Unidos y Europa. Mantendrá abiertas sus sedes en Berlin, Los Ángeles, Nueva York y Washington y seguirá financiando proyectos como el Consejo para el Futuro de Europa que mantiene en nómina a líderes como el ex-presidente español Felipe González, el ex-canciller alemán Gerhard Schroeder o el antiguo Presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, entre otros.