"Evitamos el peligro de la quiebra de la nación", titula en primera página el diario Kathimerini, reproduciendo el mensaje que el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, lanzó tras la cumbre de la Eurozona de anoche.
El acuerdo da el visto bueno a una quita del 50 % de la deuda griega, con el objetivo de que en 2012 las obligaciones de pago griegas equivalgan "sólo" al 120 % de su PIB, y no al 180 % previsto.
El diario digital 24hr.gr cita a fuentes gubernamentales para decir que tanto Papandréu como el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, está satisfechos con el acuerdo, pero también preocupados por los esfuerzos adicionales que se necesitarán debido a las condiciones del nuevo paquete de rescate.
Entre las preocupaciones se cuenta las pérdidas que esta quita supondrá para los bancos y las cajas de pensiones que tienen títulos de deuda estatal.
En ese sentido, Mariliz Xenoianakopulu, secretaria de Estado de Asuntos Europeos, afirmó al canal NET que las pensiones están aseguradas y dejó abierta la posibilidad de que el mismo Estado compense a las cajas para llenar el agujero abierto con la quita.
Los medios también comentan que el acuerdo confirma el control extranjero sobre la economía griega y la intromisión de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en las políticas nacionales.
El periódico "Kerdos" comenta en sus páginas que "Grecia, bajo continua supervisión", ante lo que el portavoz del Gobierno, Ilias Mosialos, ha argumentando que aunque el país no ha perdido su soberanía, sí está bajo el control permanente de la Comisión Europea.
En ese sentido se pronuncia también el periódico "Ta Nea", al decir que la quita elimina 100.000 millones de euros de deuda pero a cambio de fuertes obligaciones, años de políticas de austeridad, un programa de privatizaciones y de una severa supervisión de la UE y el FMI.
El mayor partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia, ha criticado con dureza el acuerdo y ha advertido de que no lo apoyará.
"La quita es el resultado inevitable del fracaso del Gobierno. La sostenibilidad de la deuda no se garantiza con la quita, sino con el superávit primario y la recuperación de la economía", indicó al canal NET el portavoz conservador, Jristos Staikuras.
Papandréu aún tiene que lograr el visto bueno del Parlamento al acuerdo de anoche, una aprobación en principio asegurada ya que su Partido Socialista tiene 153 de los escaños de la Cámara.
Sin embargo, está por ver si el primer ministro trata de cumplir su plan de tener un apoyo más amplio, de al menos 180 diputados, lo que le obligaría a tener el respaldo de los conservadores.