Cerca de la medianoche, en Villa Francia, situada a unas 25 manzanas al suroeste de la sede del Ejecutivo, jóvenes encapuchados levantaron grandes barricadas, al igual que en varias esquinas estratégicas de Américo Vespucio, un anillo vial que recorre toda la ciudad, de 6,2 millones de habitantes.
Varios microbuses del transporte público y vehículos particulares fueron apedreados mientras que en algunos villorrios, muchachos del lumpen cortaron la energía eléctrica lanzando cadenas a los cables de alta tensión.
Según la policía, la situación vivida en la capital chilena también se repitió en otras importantes ciudades. En esa línea, carabineros desalojaron esta noche a los alumnos que mantenían ocupadas las dependencias de la Universidad Católica del Maule, en el sur de Chile, en un operativo que terminó con más de 30 alumnos detenidos.
Horas antes, la policía debió hacer ingentes esfuerzos para impedir que unos cien estudiantes de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) entraran en el Ministerio de Educación, en el centro de Santiago.
Carabineros tuvieron que utilizar el carro de chorros de agua y pedir refuerzos a la policía montada para dispersar a los manifestantes, que durante algunos minutos lograron cortar el tráfico en la Alameda, la principal arteria que cruza la capital chilena.
Portavoces de los estudiantes explicaron a los periodistas que la protesta se debió a que son los únicos a quienes no se les entregaron las becas que otorga la Junta Nacional de Ayuda Escolar y Becas (Junaeb), por encontrarse en paro.
Mientras ocurrían estos hechos en Santiago, cerca de 200 estudiantes uruguayos marcharon por Montevideo contra lo que consideraron la "nefasta" visita del Presidente Sebastián Piñera a ese país.
Según difunde la página digital de Radio Cooperativa, el objetivo de los jóvenes era llegar hasta la residencia presidencial de Suárez y Reyes, iniciando una manifestación en apoyo de los estudiantes chilenos dos manzanas antes.
En la protesta, el dirigente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), Gabriel Bermúdez, aseveró que, para ellos, "la educación es parte fundamental en el desarrollo de nuestras sociedades" y que en ese marco es en el que quieren movilizarse.
"Los compañeros de Chile, los compañeros de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), hace meses que vienen movilizándose, siempre hemos estado junto a ellos y para nosotros es fundamental ante la visita de tan nefasta personalidad estar junto a ellos, estar declarando nuestra solidaridad", recalcó Bermúdez.
Los estudiantes chilenos, movilizados desde hace cinco meses, exigen una educación pública, gratuita y de calidad, y una reforma al sistema impuesto durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que les obliga a asumir grandes deudas para financiar sus estudios.