España

CEIM desborda en vicepresidencias al resto de patronales

Para conseguir la presidencia de la patronal, Juan Rosell pregonaba hace poco más de un año que recortaría “drásticamente” las vicepresidencias de la CEOE si accedía al cargo. Así fue: de los 21 vicepresidentes que se encontró, una herencia de las etapas de Cuevas y Díaz-Ferrán, Rosell rebajó el número a ocho. "Quiero un equipo reducido porque pretendo consensuar todas las decisiones", dijo en su día. 

Para conseguir la presidencia de la patronal, Juan Rosell pregonaba hace poco más de un año que recortaría “drásticamente” las vicepresidencias de la CEOE si accedía al cargo. Así fue: de los 21 vicepresidentes que se encontró, una herencia de las etapas de Cuevas y Díaz-Ferrán, Rosell rebajó el número a ocho. "Quiero un equipo reducido porque pretendo consensuar todas las decisiones", dijo en su día. 

Todas las fuentes empresariales consultadas restan importancia a estos puestos, cargos que a veces, explican desde la CEOE, no están remunerados. Pero la promesa de Rosell tenía varios espejos en los que mirarse: la patronal catalana (Foment) posee nueve vicepresidentes, la valenciana (Cev) cinco y la andaluza (Cea) cuatro. En cambio, Ceim, la patronal madrileña presidida por Arturo Fernández, cuenta con nada menos que 19

Desde Ceim responden que solo ocho de los 19 vicepresidentes reciben el cometido de coordinar el trabajo interno, que el nombramiento de los 19 se produjo en la última asamblea, que al menos hasta el siguiente cónclave no se prevén recortes, y que un número tan abultado “es compatible con la filosofía que predica Juan Rosell”.

Otros no lo ven así: la patronal madrileña, cercana a Esperanza Aguirre, es considerada el ala dura de la CEOE. Las aspiraciones del catalán Rosell a presidirla cobraron fuerza cuando obtuvo el respaldo de Ceim. Ese voto, más el de Cataluña, Valencia, Aragón y Baleares, y las confederaciones del metal, la construcción y las pymes acabaron forjando un equipo ganador cuyas tensiones afloraron en mayo pasado, cuando Arturo Fernández desautorizó a Rosell durante la negociación de los convenios colectivos con CC OO y UGT.

Ahora, en plena paz caliente, es altamente improbable un cambio en la estructura de Ceim. “En lo que respecta al trabajo organizacional, que haya muchas vicepresidencias tiene poca importancia”, comenta un dirigente regional, “aunque a mí 19 me parecen exageradas”.

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