España

ACS busca con urgencia un socio para salvar su autopista de Florida

Los problemas de ACS en Florida son reiterados desde que su socio en la concesión, la australiana Macquarie, abandonó la estructura planificada con la compañía española, consistente en una aportación inicial de unos 100 millones de euros para financiar el resto con la emisión de bonos.

Los problemas de ACS en Florida son reiterados desde que su socio en la concesión, la australiana Macquarie, abandonó la estructura planificada con la compañía española, consistente en una aportación inicial de unos 100 millones de euros para financiar el resto con la emisión de bonos.

Sin embargo, las restricciones en los mercados como consecuencia de la crisis hicieron que la estructura inicialmente diseñada se volviera inviable. De esta forma, Macquarie abandonó la estructura y se quedó en el consorcio como asesor financiero, con lo que ACS tuvo que asumir la aportación inicial y financiar el resto de la concesión mediante préstamos bancarios y la participación de las autoridades federales de Florida.

El problema al que ahora se enfrenta la compañía española es que al esfuerzo realizado inicialmente se une ahora una inyección extra de dinero para la concesión, cercana a los 100 millones de euros. Precisamente, el objetivo de ACS es que un nuevo socio se encargue de esa inyección habida cuenta de que la empresa española ya ha aportado más de 100 millones en lo que va de año a la concesión.

Lucha en los despachos

La pelea de ACS también se traslada a los despachos de las autoridades locales, toda vez que el pliego de condiciones no permite la incorporación de un socio hasta que transcurran dos años de la conformación definitiva del consorcio financiero.

No obstante, el contrato también contempla excepciones para determinadas circunstancias y es en este capítulo en el que está trabajando el departamento jurídico de la compañía en EEUU para tratar de desbloquear la situación.

La I-595 es uno de los contratos bandera de ACS en EEUU, por el que hizo una arriesgada apuesta a finales de 2008, precisamente cuando los primeros efectos de la crisis comenzaban a cobrarse piezas de peso en la banca de inversión. A partir de entonces, los problemas para financiar la concesión se han reproducido, tanto por la imposibilidad de acceder a los mercados de bonos como por los problemas para inyectar una liquidez necesaria para las primeras inversiones en la concesión.

No obstante, los trabajos en la autopista, liderados por Dragados, cabecera de construcción del grupo ACS, marchan mejor de lo previsto por las autoridades locales después de un inicio vacilante.

En la actualidad, la compañía española se encuentra en un proceso de venta de activos que le permita reducir las elevadas cifras de deuda que presenta. Además de algunos activos energéticos, ACS también se ha deshecho de su filial portuaria Dragados SPL y trata de hacer lo mismo con la empresa de servicios Clece, aunque no termina de cerrar la operación.
 

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