España

Los mercados realizan un 'test de stress' al BCE ante sus tibias intervenciones

 La poca intensidad con que está actuando el Banco Central Europeo (BCE) desde que Mario Draghi (súper Mario, como le llaman los operadores) está al frente del organismo emisor, está provocando que los mercados no duden en presionar a los bonos de manera brutal.

 La poca intensidad con que está actuando el Banco Central Europeo (BCE) desde que Mario Draghi (súper Mario, como le llaman los operadores) está al frente del organismo emisor, está provocando que los mercados no duden en presionar a los bonos de manera brutal. Da igual que el BCE esté presuntamente ojo avizor para proteger a los países de los ataques a la deuda soberana: los operadores sienten que no hay unidad de acción en la UE, (donde unos días dicen que no quieren una Europa de dos velocidades y otro sí), ni una hoja de ruta del banco emisor. Así, no están dudando en chequear el límite del organismo. Le están efectuando un auténtico test de stress.

Ayer, por la mañana, los bonos españoles cotizaban al alza. El italiano, por el contrario, caía con fuerza y se iba hasta el 7,25%, lo que hacía comentar a un operador que “sigue siendo más fácil defender a la deuda española que a la de otros países”. Al cierre, sin embargo, Italia cerraba en positivo, al 7,02%, después de haber llegado a superar el 7,20%. España, que del 6,31% de la apertura llegó a caer al 6,22%, finalizaba en el 6,41%, cota que supone un nuevo máximo en rentabilidad de los últimos 14. La prima de riesgo finalizaba en 460 puntos, nuevo techo asimismo.

De la débil intervención del BCE, comentaban desde una mesa de operaciones que “un 75% ha sido para Italia y el resto para otros países, incluido España”, aunque de una manera más intuitiva que empírica. 

Vídeo juego

Durante el día, circulaba entre los operadores una imitación casera de un vídeo juego de Súper Mario Bros, en el que se podía ver a Mario Draghi disparando a inversores, con armamento que era dinero del BCE y del Fondo de Rescate. La broma es una buena metáfora de lo que quiere ver el mercado: comprobar cuánta munición hay en las altas esferas para devolver la estabilidad.

Mientras la UE no ponga sobre la mesa todo el dinero posible para habilitar los rescates y el BCE pueda colocar capital que anule el descuento de quitas a la deuda soberana, los mercados van a continuar atacando los bonos. Esa presión vendedora es una apuesta por incrementar la posibilidad de quita de todos los países.

Es lo que está ocurriendo con las subidas de rentabilidad tan dramáticas de los últimos meses. Algo similar puede aplicarse a los incrementos de los tipos de las Letras. El elevado retorno que ofrecen estos activos por parte del Tesoro incluye implícito el riesgo de ‘corte de pelo’ que aplican los mercados. Por ello se dice que no son sostenibles esos niveles para un estado, porque acercan la posibilidad final de quita.

Los mercados sacudirán hasta que no quede claro hasta dónde son capaces de dejar caer los bonos desde las altas instancias europeas. De momento, estas no lo tienen nada consigo y no tienen ni por asomo un plan conjunto.

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