"Odiamos ser seguidores", ha declarado en una entrevista concedida a Reuters, "siempre dicen que vamos a tomar posiciones según los Hermanos Musulmanes, pero nosotros tenemos nuestra propia visión".
Ghaffour ha admitido que "podría existir un consenso", pero ha asegurado que prefieren "mantenerse independientes". "No descartamos que nos marginen y nos retraten como el bloque problemático", ha argüido el líder salafista.
Ha justificado esta decisión, además, en las "amargas" experiencias que otros partidos han tenido al aliarse con ellos "en el pasado" porque "siempre hablan con reproches".
De hecho, Al Nour abandonó una alianza electoral encabezada por el PLJ por divergencias en el número de candidatos salafistas incluidos en las listas. Al respecto, el 'número dos' del PLJ, Essam el Erian, alegó antes de los comicios que una coalición con los salafistas supondría una carga negativa para cualquier alianza política.
Imposición de la Sharia
En su defensa, Ghaffour ha insistido en que un Gobierno salafista impulsaría el turismo cultural en Egipto y la diversificación económica en las ciudades egipcias que son altamente dependientes de los ingresos procedentes del sector turístico. Los salafistas también proponen ilegalizar el alcohol, las muestras de cariño en público y llevar bikinis. Por contra, los Hermanos Musulmanes han adoptado una línea más moderada.
Sin embargo, Ghaffour ha ensalzado el hecho de que los salafistas se hayan convertido en el "segundo mayor partido, que vayan a tener voz y que los candidatos presidenciales vayan a acudir a a ellos, sabedores de que constituyen un fuerte bloque de votantes".
En este contexto, Ghaffour se muestra partidario de formar un Gobierno de coalición que avance hacia un programa de reformas "graduales", ya que, ha dicho, "ningún partido puede imponer su voluntad sobre 80 millones de egipcios". No obstante, ha reafirmado su rechazo a un Estado egipcio "secular" y su intención de fortalecer la ley islámica o 'sharía' como la principal base legislativa en el país.
El primer desempate comenzará este lunes entre Al Nour y el PLJ. Los salafistas pretenden ocupar el 20 por ciento de los escaños del Parlamento e, incluso, contemplan obtener más si repiten los buenos resultados cosechados hasta ahora en la segunda y tercera ronda que finalizarán el 11 de enero, según lo previsto.
La comunidad internacional ha aireado su preocupación ante el ascenso de los islamistas en Egipto, aunque, con especial escepticismo, por el peso político que ha recabado Al Nour (24,4 por ciento de los votos). El PLJ obtuvo el 36,6 por ciento.