España

La deuda española sale de la zona de rescate en apenas cinco días

 La actuación de los bancos centrales ha tenido un efecto multiplicador, debido al cierre masivo de posiciones cortas. De esta manera, el bono a 10 años recortó ayer otros espectaculares 56 puntos básicos, hasta el 5,12%, desde el 5,68% previo. Mayor fue el avance de los plazos cortos, con mención especial para el bono a 3 años, que recortó rentabilidad en unos 70 puntos básicos, hasta quedarse a las puertas del 4%. En poco más de cinco sesiones, España ha salido de la zona considerada técnicamente como ‘de rescate’.

 La actuación de los bancos centrales ha tenido un efecto multiplicador, debido al cierre masivo de posiciones cortas. De esta manera, el bono a 10 años recortó ayer otros espectaculares 56 puntos básicos, hasta el 5,12%, desde el 5,68% previo. Mayor fue el avance de los plazos cortos, con mención especial para el bono a 3 años, que recortó rentabilidad en unos 70 puntos básicos, hasta quedarse a las puertas del 4%. En poco más de cinco sesiones, España ha salido de la zona considerada técnicamente como ‘de rescate’. Se aligera algo el panorama futuro, aunque el nuevo escenario no puede considerarse definitivo ni mucho menos. Las lágrimas en Italia son una dura señal de aviso de lo que viene.  

Conviene recordar que el 25 de noviembre el panorama era truculento para España en concreto, con el 10 años al 6,75%, casi 500 puntos básicos de prima de riesgo, mientras los plazos cortos se elevaban en una proporción similar. Unos niveles totalmente insostenibles, poco tiempo antes de unas subastas de deuda que habían resultado prohibitivas.

Los expertos habían situado en los últimos tiempos la 'zona de rescate' en el 5,50% o en los 400 puntos básicos de prima de riesgo con Alemania. Ayer se descendió de ese tipo de interés y la prima de riesgo quedó por debajo de los 300 puntos, concretamente en los 292. Una zona de tranquilidad. España lleva varios días siendo la deuda mejor tratada por los operadores, incluso mejor que Italia, con quien mantiene un diferencial a favor de unos 100 puntos básicos.

La actuación concertada de los bancos centrales de la semana pasada ha tenido dos mensajes claros, según comentan los expertos: en primer lugar, que pese a las declaraciones de Ángela Merkel diciendo que cada país debe afrontar sus responsabilidades, “está claro que no van a dejar caer a ningún banco”, comentaba un director de inversiones. La semana pasada estuvo a punto de llegar un nuevo colapso financiero y fue entonces cuando los organismos emisores inundaron de dinero los mercados.

El segundo mensaje, consecuencia del primero, es que los operadores están deshaciendo a toda velocidad sus posiciones cortas, lo que dispara los avances de los bonos y vuelve a configurar una curva de tipos razonable, con el 3 años al 4,05%, el 5 años al 4,50% y el 10 al 5,1%.

Ahora, se espera un recorte del precio del dinero por parte del Banco Central Europeo (BCE) que aporte algo más de tranquilidad y logre cierta tregua. En términos españoles, dicho alto el fuego debe traducirse en que el Tesoro pueda solventar las tres subastas que quedan hasta final de año a tipos aceptables y con una demanda razonable, dejando tiempo a que se forme el nuevo Gobierno presidido por Mariano Rajoy.

A partir de ahí, será Rajoy quién deberá conducir la situación aunque el espectáculo de la ministra italiana de Trabajo soltando lágrimas mientras anunciaba medidas parece enseñar por dónde irá el futuro inmediato.

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