El principal indicador de la Bolsa española, el Ibex 35, cerró ayer con una caída del 2,12 % después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara que no va a comprar más deuda soberana europea. El BCE ha hecho este anuncio independientemente de que se cierre un acuerdo fiscal en la Cumbre Europea. También bajó en 0,25 puntos los tipos de interés, pero esta última acción tampoco tuvo los efectos deseados.
El mensaje de la institución presidida por Mario Draghi causó un fuerte impacto las bolsas europeas, que sufrieron importantes descensos en la sesión previa a la cumbre. Además de la negativa del banco central a comprar más deuda soberana y de la rebaja en un cuarto de punto de los tipos de interés, el BCE revisó a la baja las perspectivas de crecimiento de la Eurozona, que apuntan a una contracción en 2012. Esto último ya parecía anunciarse en los últimos días.
Así, el Ibex cerró la sesión en 8.461 puntos, con lo que amplía la caída anual hasta el 14,18 %. La Bolsa de Milán cayó un 4,29 %; la de París, un 2,53 %; la de Fráncfort, un 2,01 % y la de Londres, un 1,14 %.
La prima de riesgo española se disparó más de 50 puntos básicos, hasta quedar situada en los 380 puntos.
Una rebaja de tipos infructuosa
El BCE bajó el precio del dinero hasta el 1 %, y anunció nuevas operaciones de inyección de liquidez en euros para facilitar el crédito. Sin embargo, estas medidas no compensaron el temor al rechazo a comprar deuda soberana europea de forma masiva, a modo de cortafuegos frente a los especuladores.
Estas declaraciones parecen, sin embargo, muy políticas, destinadas a que los inversores no se sientan confiados en exceso después de la acción concertada de los bancos centrales la semana pasada.
Los mercados aguardan a la finalización de la reunión del Consejo Europeo. El desenlace está por ver, sobre todo después del jarro de agua fría de Draghi.