La cotización del euro en relación al dólar, que se mantiene en diciembre de 2011 ligeramente por encima de 1,30 dólares, ha experimentado una revalorización cercana al 50% cuando está a punto de cumplirse el décimo aniversario de la puesta en circulación de la moneda común europea, a pesar de que en lo que va de 2011 acumule una depreciación del 2% respecto al 'billete verde' a raíz del agravamiento de la crisis de la deuda soberana de la zona euro.
El 2 de enero de 2002 el euro entraba en circulación a un precio de 0,8892 dólares, tres años después de su lanzamiento en enero de 1999 como moneda virtual, logrando alcanzar esa jornada un máximo de 0,9066 dólares y cerrar la sesión en 0,932 dólares, con una revalorización intradía del 4,8%.
De hecho, desde su puesta en circulación la cotización del euro en los mercados de divisas emprendió una marcada tendencia alcista que, tras los titubeos iniciales que llevaron su cotización a un mínimo de 0,856 dólares el 1 de febrero de 2002, permitió a la moneda europea alcanzar y rebasar la paridad respecto al dólar el 15 de julio de ese mismo año.
En concreto, el euro y el billete verde alcanzaron la paridad a las 13.15 horas del 15 de julio de 2002, tras haber iniciado la sesión ese día en 0,9941 dólares para culminar finalmente esa misma jornada en 1,0025 dólares su primer cierre por encima del 'billete verde'.
La crisis de Lehman
Así, el progresivo fortalecimiento de la moneda europea frente a la estadounidense marcaba un nuevo hito otro 15 de julio, aunque esta vez en 2008, en plena crisis financiera y apenas un par de meses antes del colapso de Lehman Brothers, cuando establecía su cambio intradía más alto frente al 'billete verde' al alcanzar los 1,6038 dólares, una revalorización del 80,3% desde su puesta en circulación.
En este sentido, paralelamente al contagio de las dificultades financieras en el mercado hipotecario 'subprime' de EEUU al conjunto del sistema financiero de aquel país y al resto del mundo, el euro perdía paulatinamente vigor y el 15 de septiembre de 2008, fecha de la quiebra de Lehman, cerraba a 1,4264 dólares.
El debilitamiento de los bancos y de las economías europeas se traducía en el debilitamiento del euro a lo largo de prácticamente los dos siguientes años, ya que llegaba a caer a 1,1875 dólares en cambio intradiario el 7 de junio de 2010, para cerrar esa jornada en 1,1914 dólares.
De este modo, la moneda común europea, que mantiene una cotización en diciembre ligeramente superior a los 1,30 dólares, acumula una depreciación del 18,5% desde los niveles máximos registrados en el verano de 2008.