El ministro de Economía, Luis de Guindos, quiere conocer el criterio con el que Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha actuado desde el Banco de España cuando ha visto pasar ante sus ojos las indemnizaciones millonarias recibidas por los consejeros que han llevado a la ruina las entidades que ellos mismos han gestionado. Los casos conocidos en la Caja de Ahorros del Mediterráneo, en Bancaja o en Caja Castilla-La Mancha han levantado mucha polémica y han llevado al Gobierno a actuar para que, en palabras de Soraya Sáenz de Santamaría, “no se premie a los gestores que han conducido a las entidades a su intervención”.
Con este propósito, Guindos se ha dirigido por carta al gobernador para que le remita sus opiniones y diga si están o no justificadas las retribuciones fijas o variables recibidas por estos consejeros, que han causado tanta polémica en la opinión pública. A partir del informe que elabore el Banco de España, el Gobierno se ha comprometido a tomar medidas tomando siempre como referencia la normativa que se ha puesto en marcha en otros países de la Unión Europea para evitar la compensación a los malos gestores.
Aunque todavía no ha recibido la respuesta del gobernador, el actual equipo económico conoce de antemano su opinión. MAFO ha optado siempre por mirar para otro lado cada vez que ha salido la noticia de las indemnizaciones y los pagos millonarios a los directivos de banca porque considera que no es un asunto que le incumba o, más exactamente, que es un tema que tienen que solventar los accionistas de cada entidad, a no ser que las remuneraciones entregadas lleguen a poner en peligro la solvencia de los bancos o cajas afectados. Este último criterio no ha sido aplicado de momento por el Banco de España en ninguno de los casos conocidos.