Ha estado quince días de vacaciones, disfrutando del sol, y tras este periodo de descompresión su mente ya está preparada para dejar el traje de ministro de Industria y volver a la Universidad. El próximo 13 de febrero, Miguel Sebastián comenzará a impartir clases en la Complutense para los alumnos de primer curso de económicas sobre la introducción a la macroeconomía.
No es una asignatura desconocida para él pues ya ejercía como profesor titular cuando abandonó el servicio de estudios del BBVA y fue llamado por Zapatero para formar parte del equipo electoral que le conduciría primero al control del partido y más tarde a la Presidencia del Gobierno. Sebastián tuvo un duro enfrentamiento con Jordi Sevilla por la elaboración del programa electoral con el que el PSOE concurrió a las legislativas de 2004, cuando entonces casi nadie en este partido preveía un acceso tan temprano al poder. Esta enemistad se mantiene viva en el tiempo.
Sebastián, como el resto del Gabinete que rodeó hasta el final a Zapatero, necesita respetar los dos años de incompatibilidades que dicta la ley para regresar al sector privado. De momento, ha vuelto a refugiarse en la Universidad, siguiendo las mismas pautas que utilizó cuando en 2007 perdió la carrera por la Alcaldía de Madrid frente a Alberto Ruiz Gallardón, al que tampoco consiguió vencer Trinidad Jiménez cuatro años antes.
La diáspora de ex altos cargos socialistas no se detiene aquí. El ex responsable de la Oficina Económica de Moncloa Javier Vallés ha reingresado en el Banco de España, donde le ha sido asignado un puesto marginal en el servicio de coyuntura internacional de esta institución.