España

El Gobierno deja los acuerdos con CiU en ‘stand by’ hasta después de las elecciones andaluzas

 La fecha de estos comicios, convocados ayer por José Antonio Griñán para el 25 de marzo, está condicionando bastantes aspectos de la política del nuevo Gabinete, entre ellos la relación con los nacionalistas catalanes. El amplio protagonismo que ha tenido Cataluña en las dos últimas legislaturas y la mala imagen que ello ha proyectado en Andalucía ha llevado al PP a dejar en ‘stand by’ cualquier tipo de pactos con los nacionalistas catalanes, aunque la predisposición al diálogo es buena y éste ya ha empezado a rodar.

 La fecha de estos comicios, convocados ayer por José Antonio Griñán para el 25 de marzo, está condicionando bastantes aspectos de la política del nuevo Gabinete, entre ellos la relación con los nacionalistas catalanes. El amplio protagonismo que ha tenido Cataluña en las dos últimas legislaturas y la mala imagen que ello ha proyectado en Andalucía ha llevado al PP a dejar en ‘stand by’ cualquier tipo de pactos con los nacionalistas catalanes, aunque la predisposición al diálogo es buena y éste ya ha empezado a rodar.

Fuentes de CiU explican que los contactos preliminares mantenidos con los principales integrantes del equipo económico del Gobierno invitan a la esperanza y a la consecución de acuerdos después del 25 de marzo. Para el nuevo Gabinete es importante sumar a CiU a las principales reformas económicas y a los planes de ajuste pendientes. Gracias al diálogo establecido con la Generalitat de Cataluña, los nacionalistas catalanes dieron ayer su apoyo al primer decreto de medidas urgentes, a pesar de que expresaron sus reservas hacia la subida de impuestos. En cambio, el PNV votó en contra, al contrario de lo que sucedió en el reciente debate de investidura de Mariano Rajoy, donde los nacionalistas vascos se abstuvieron y los catalanes la rechazaron.

CiU ha puesto sobre la mesa el llamado pacto fiscal, tras el que se esconde la búsqueda de un modelo de financiación muy similar al concierto vasco, pero sobre todo ha priorizado el pago de los 800 millones de euros que la Generalitat reclama a partir de la obligación del Estado de invertir en Cataluña el 18,8% del total nacional. Además, reivindica también cerca de 1.400 millones procedentes del Fondo de Competitividad, nacido con el último sistema de financiación ante la necesidad de compensar a las comunidades ricas cuya financiación por habitante queda por debajo de la media.

Para el Gobierno catalán, que pilota una de las comunidades más endeudadas, es importante también que el equipo económico que rodea a Mariano Rajoy facilite las operaciones de refinanciación de la deuda ya que las emisiones requieren la autorización expresa del Ministerio de Economía y se rigen, en parte, por el cumplimiento de los objetivos de déficit. Este es un asunto que también está en las conversaciones entre las dos partes. El diálogo con el Ejecutivo central lo guia el propio Gobierno catalán y, desde Madrid, los diputados Josep Antoni Durán i Lleida y Josep Sánchez Llibre. Está siendo encauzado a través de los Ministerios de Hacienda, Economía, Fomento e Industria.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli