España

Castellano planea dejar la presidencia de Ono este año

José María Castellano, que este año cumple 65 años, planea dejar la presidencia de Ono durante este ejercicio, cargo al que accedió por sorpresa en noviembre de 2008, según explican fuentes próximas a la compañía. Algunas fuentes indican que su objetivo es dejar formalmente la primera operadora de cable el próximo mes de marzo.

José María Castellano, que este año cumple 65 años, planea dejar la presidencia de Ono durante este ejercicio, cargo al que accedió por sorpresa en noviembre de 2008, según explican fuentes próximas a la compañía. Algunas fuentes indican que su objetivo es dejar formalmente la primera operadora de cable el próximo mes de marzo. El ejecutivo coruñés ha compatibilizado desde el año pasado la presidencia en Ono con la presidencia de Novagalicia Banco, entidad fruto de la reordenación financiera gallega que él mismo lideró y donde ha concentrado la mayor parte de su tiempo.

A raíz de esta decisión, la primera medida de Ono ha sido aparcar provisionalmente el posible Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que se encuentra en fase de estudio desde hace meses. Castellano, que fue número dos de Amancio Ortega en Inditex, no quiere ser el presidente que entró con un ERE en Ono (afectó a 988 trabajadores de los 4.300 que formaba su plantilla) y que cesa con otro proceso de este tipo en marcha. "La posibilidad del ERE se retomará tras la salida de Castellano", explican fuentes próximas a la operadora. La consultora HayGroup se encuentra estudiando la manera de acortar la plantilla de la manera más eficiente, según explican estas mismas fuentes.

Rosalía Portela, consejera delegada, ha intentado, por el momento sin éxito, externalizar departamentos, como el de Sistemas, en su carrera por recortar costes. Mientras tanto, la compañía viene despidiendo entre 20 y 30 personas por trimestre para lograr el objetivo. Los vencimientos de la deuda están a la vuelta de la esquina, en 2013, la compañía sigue sin crecer y el entorno comercial es cada vez más competitivo. Sus rivales son cada vez más agresivos. Jazztel está ganado cuota de mercado en banda ancha en plena crisis y Telefónica está haciendo grandes esfuerzos comerciales recortando tarifas, y mejorando la atención al cliente.

La segunda clave de esta salida es el ascenso de su mano derecha. Rosalía Portela tomará previsiblemente las riendas de la presidencia, según las mismas fuentes. En este sentido, parece que Portela está preparando al equipo directivo de su confianza. En las últimas semanas, directivos que contaban con el apoyo de Castellano han sido cesados; desde directivos que estuvieron desde los inicios de Ono en 1997, como Nicolás Chapa, secretario general de Ono (abogado desde los inicios de Ono con Eugenio Galdón) y Amalia Pelegrin, vicesecretaria del consejo y directora de Relaciones con Accionistas e Inversores (en Ono desde 1997), el director de Tesorería...; hasta ejecutivos que el propio Castellano nombró en 2010, como Mónica Martínez, directora de negocio , innovación y relaciones institucionales, que vino de Bankinter.

Presidente de paso
No es la primera vez que el ex consejero delegado de Inditex quiere dejar su puesto en la primera operadora de cable. A mediados de 2010, planteó su cese a los accionistas de Ono (fondos de inversión americanos, principalmente), para irse en noviembre de ese mismo año.

Castellano había cumplido con su misión: sustituyó al fundador Eugenio Galdón (expulsado de la presidencia por discrepancias en la gestión), tal y como le pidieron los accionistas, ya que era el único que podía, porque las reglas de la empresa exigían ser español y consejero independiente para acceder a la presidencia; y salvó a la empresa de la quiebra con una compleja reestructuración de la deuda de 3.600 millones.

Pero en ese momento los fondos le convencieron para que permaneciera en el cargo más tiempo, y les ayudara con un segundo reto: la salida a bolsa durante 2011, para al menos recuperar la inversión en Ono.

Castellano, que recibe un sueldo de 800.000 euros brutos de fijo al año (más unos 400.000 euros de variable) se quedó, pero siempre con la vocación de salir en su papel de presidente de paso. La salida a Bolsa ha sido misión imposible. La empresa no crece y sin crecimiento y la elevada deuda en plena tormenta de crisis económica, la salida a los mercados es inviable. El plan se ha congelado. Y como los accionistas de la operadora dan por perdido el año 2012, Castellano quiere aprovechar para cesar de su cargo. En un año de transición, parece que esta vez los fondos se mostrarán más neutrales.

Desde el pasado verano, Castellano está bastante desvinculado de la compañía y centrado en la reestructuración del sistema financiero gallego. Cuando Castellano decidió volver a la primera línea empresarial gallega, los fondos no le pusieron problemas. Pero le ofrecieron un bonus de 15 millones de euros, si lograba la ansiada salida a Bolsa.

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