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Los países asiáticos, baluarte del convulso mercado del petróleo

La demanda creciente de crudo en China, Japón y el resto de países emergentes de Asia durante el ejercicio 2011 lograba compensar la crisis que atraviesa este mercado en Europa y Estados Unidos. Una caída del consumo atribuida a tres factores principalmente: los signos avanzados de recesión en Europa, los altos precios del crudo derivados de la crisis de Occidente con Irán y una meteorología más suave de lo habitual al comienzo de la temporada invernal.

La demanda creciente de crudo en China, Japón y el resto de países emergentes de Asia durante el ejercicio 2011 lograba compensar la crisis que atraviesa este mercado en Europa y Estados Unidos. Una caída del consumo atribuida a tres factores principalmente: los signos avanzados de recesión en Europa, los altos precios del crudo derivados de la crisis de Occidente con Irán y una meteorología más suave de lo habitual al comienzo de la temporada invernal.

La demanda de crudo en Asia creció en 400.000 barriles al día en el cuarto trimestre del año pasado, mientras que el consumo del resto del planeta se contrajo en ese mismo periodo hasta caer en 700.000 barriles diarios, según publicó esta semana el Financial Times. Este contraste evidencia que el mercado de petróleo depende ahora casi por completo de la fortaleza que presente la demanda asiática en 2012.

El impacto de la recesión en la demanda de petróleo dentro de la OCDE y los mercados emergentes no podría ser más distinto: el mercado global de crudo está divergiendo como nunca antes”, según apunta Francis Osborne, analista de Wood Mackenzie.

Una de las señales más claras de la fortaleza del sector en Asia, se encuentra en el diferencial entre los precios del Crudo Brent y el Crudo Dubai, que se estrecha cada vez más:

El barril de Brent está considerado como el de referencia en Europa y Estados Unidos, mientras que tradicionalmente el barril de Dubai se ha tomado como indicador del mercado asiático. A pesar de que el Brent siempre ha cotizado por encima del Dubai debido a su mayor calidad, en las últimas semanas el 'spread' entre los precios se ha reducido hasta rozar un mínimo de 14 meses en los 2,73 dólares. Atrás queda el pico de 7,61 dólares el barril alcanzado en abril de 2010, momento en que la guerra civil en Libia dejó a las refinerías europeas sin existencias.

La AIE rebaja la previsión de demanda global de crudo en 2012

Esta semana, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó a la baja su previsión de demanda global de petróleo para este año, debido a los efectos de la crisis que afecta en particular a la zona euro. El consumo de crudo se situará en 2012 en una media de 90 millones de barriles diarios, 1,1 millones más que el pasado ejercicio pero 200.000 barriles menos de lo que calculaba en diciembre.

Los países en desarrollo serán de nuevo los que tiren de la demanda en 2012, con un aumento del 3,2%. La otra cara de la moneda son los miembros de la OCDE, que una vez más disminuirán su consumo de petróleo: un 0,7% después de haberlo reducido en un 1,2% en 2011.

Por su parte, las estimaciones para la región de Asia hablan de un crecimiento en la demanda en torno a los 840.000 barriles al día, es decir, un 70% por encima del crecimiento del consumo mundial, empujados principalmente por países como Indonesia e India.

Tras Fukushima, la dependencia de Japón por el crudo le impide sancionar a Irán

El Gobierno nipón ha solicitado a Estados Unidos que le exima de aplicar las sanciones contra Irán, alegando que ya han recortado sus importaciones con el país de Oriente Medio en un 40 por ciento en los últimos cinco años.

El secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, visitaba la semana pasada Tokio con el fin de explicar los planes de Washington de reducir las ventas de crudo iraní en grandes mercados de países de la Unión Europea (UE), y de Asia, como China, Japón, Corea del Sur o la India para lograr el aislamiento internacional de su Banco Central como castigo por su programa nuclear.

El primer ministro nipón, Yoshihiko Noda mostró su preocupación por las "graves consecuencias" que pueden tener las sanciones sobre las economías "de Japón y del mundo". Por su parte, el Ministro japonés de Finanzas, Jun Azumi, recordó la gran dependencia energética del exterior que presenta su país, acrecentada tras el inicio de la crisis nuclear el pasado 11 de marzo en la central de Fukushima.

El accidente nuclear provocó que 46 de los 54 reactores nucleares de Japón, el 85 por ciento, permanezcan detenidos, lo que obliga al país a generar gran parte de la electricidad en sus centrales térmicas alimentadas por crudo.

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